Han sido días contrastantes para el tenis profesional. Por un lado, celebra el regreso de su primer Grand Slam, el US Open, luego de la pausa por la pandemia del covid-19; sin embargo, el torneo llega justo en un cisma en la ATP provocado por Novak Djokovic, quien han lanzado su propia asociación de jugadores; eso sí, sin el apoyo de Roger Federer y Rafael Nadal, quienes han marcado su distancia.
El sueño de Djokovic
El sábado, luego de su segunda conquista de Cincinnati e igualar con 35 títulos de Masters a Rafael Nadal, Novak publicó una contundente fotografía en la cancha central de Flushing Meadows, en la que posa con varios tenistas, formalizando de esta manera a “la primera asociación de jugadores de tenis desde 1972”, según su descripción. Sí, fue el nacimiento de la Professional Tennis Players Association (PTPA por sus siglas en inglés).
Ya en su conferencia de prensa, el número uno del mundo aclaró: “No es un sindicato. No estamos llamando a boicots, estamos cien por ciento seguros de poder formar esto. La ATP y esta asociación de jugadores, si logramos formalizarla, pueden coexistir y deben coexistir al principio”. Junto a Vasek Pospisil y John Isner, Nole renunció al Consejo de Jugadores de la ATP, de la cual era presidente, y se reunió con los interesados en la propuesta. Entre ellos Mateo Berrettini, Diego Schwartzman, Denis Shapovalov y Taylor Fritz.
A través de un correo enviado a los jugadores la semana pasada se dio a conocer que el serbio y el canadiense Pospisil serán copresidentes de la PTPA, que se construirá en el plazo de dos años y que contará con nueve jugadores fideicomisarios. Ambos líderes del movimiento puntualizaron que buscarán las mejoras salariales y todo lo involucrado con acciones disciplinarias, pensiones, viajes, seguros y amenidades de torneos.
Cuando la ATP fue creada en 1972, tuvo el objetivo de velar y proteger los derechos de los jugadores, la misma propuesta se replicó un año después con el circuito femenil de la WTA, pero en el proceso se volvió un organismo muy ligado a la voluntad de torneos, federaciones y patrocinadores. Ahora, Djokovic asegura que es un “ecosistema complejo” y que por lo mismo la idea de la PTPA no surge de la nada, sino que son años en que se lleva preparando con tenistas de otras generaciones.
Sin Federer ni Nadal
En esta edición del US Open, Djokovic se levanta como la gran figura solitaria del torneo, pues ni Rafael Nadal ni Roger Federer están compitiendo en Nueva York. En la revolución del serbio también ha ocurrido lo mismo. El primero en manifestarse fue Rafa, quien en un mensaje de Twitter estableció que está con la ATP.
“Jugadores, torneos y organismos tenemos que trabajar juntos. La separación no es la solución”, escribió. Horas más tarde, Federer lo secundó: “Estoy de acuerdo con Rafael, son tiempos inciertos, pero creo que debemos mantenernos juntos”.
Y además, junto con el Consejo de la ATP, firmaron una carta dirigida a sus colegas donde cuestionan distintos aspectos de la nueva asociación: “¿Cuál es el plan de contingencia para protegernos? ¿Por qué no tenemos un plan detallado y analítico? ¿Por qué no se le preguntó al Consejo si la intención es que sea para todos los jugadores? ¿Quiénes los asesoran? ¿Qué pasará con mi membresía ATP?”
Djokovic ha comenzado la rebelión, batalla que enfrentará al Big Three fuera de la cancha.