La tenista estadunidense Serena Williams habló sobre lo complicado que ha sido lidiar a lo largo de su carrera con estereotipos sobre su color de piel y su complexión, los cuales iniciaron desde que era una niña y era comparada con su hermana, la también deportista Venus Williams.
"Cuando era pequeña había otros estereotipos. Venus se parecía más a lo que era aceptable: tenía unas piernas increíblemente largas y era muy delgada. No veía en la tele a personas como yo, que éramos más gruesas”, dijo serena en entrevista con Vogue.
Finalmente, la menor de las Williams entendió y aprendió a valorar su cuerpo, del cual está plenamente agradecida pues “me ha dado todo a lo largo de mi carrera”.
Eso sí, Serena admite que por su color de piel, en más de una ocasión se ha sentido “mal pagada e infravalorada”.
"Nunca he sido una persona que pensara 'me gustaría ser de un color diferente' o 'quisiera que mi tono de piel fuera más claro. Me gusta quién soy, cómo me veo y me encanta representar a las mujeres negras. Para mí es perfecto. No lo querría de otra manera", reconoció.