Tras su duelo en contra de los Ángeles de Puebla, que al equipo sirvió con miras al arranque de la campaña 2019-2020 en la Liga de la Asociación de Baloncesto Estudiantil (ABE), los Tigres Blancos de la Universidad Madero obtuvieron sus conclusiones del cotejo que para ellos representó una buena aduana.
Juan Manuel Solano, head coach de la manada felina indicó que si bien el resultado fue adverso y abultado, al final de cuentas es lo menos importante, ya que lo que él pretendía con dicha afrenta era poner a prueba a sus dirigidos, pero sobre todo observarlos bajo un alto grado de exigencia como lo fue dicho encuentro.
“El resultado es lo de menos porque lo que queríamos era probarnos ante un rival fuerte como lo es Ángeles. Un basquetbolista universitario está acostumbrado a otro tipo de exigencia por lo que enfrentar a un equipo profesional nos sirvió como un examen y como motivación para el arranque de nuestra temporada”.
Precisó que dentro de las bondades que el cotejo le arrojó, fue el haber probado a los novatos que recién se incorporaron, de ahí que cuenta con un parámetro mucho más certero de lo que requiere para comenzar a tambor batiente la contienda, a sabiendas de que será una justa también de alta exigencia.
“El partido me sirvió mucho para poner a prueba a los jugadores que recién se integraron con nosotros. De pronto les costó trabajo adaptarse a las exigencias del rival, pero más adelante se ganó en confianza y se presentaron jugadas que trabajamos y que seguramente nos ayudarán en temporada regular”.
Ahora, los bengalíes retomarán sus entrenamientos con miras a su primer compromiso de la campaña en contra de los Borregos del Tec de Monterrey Campus Puebla.
ARP