La agricultura protegida, que consiste en el uso de invernaderos y mallas para la producción de hortalizas y frutas, como jitomate y frambuesas, se ha convertido en la alternativa mexicana para frenar el cambio climático y mejorar la gestión del agua en esta actividad primaria.
El uso de invernaderos se ha convertido en una de las herramientas más usuales entre los productores mexicanos, porque les permite cultivar los alimentos de manera adecuada, además de que sirven para dar un descanso a los suelos fértiles y ahorrar agua, dice Oscar Woltman, consejero Nacional de la Asociación Mexicana de Horticultura Protegida AC (AMHPAC) y miembro del Consejo Consultivo de GreenTech Americas.
El especialista indica que este tipo de cultivo es el mejor para enfrentar al cambio climático y el hambre mundial, ya que se proyecta que en el año 2050 habrá más de 10 millones de personas en el mundo y estas requerirán el doble de la actual producción de alimentos.
¿Qué es la agricultura protegida?
Son los cultivos que se encuentran resguardados con cubiertas plásticas, malla sombra o bien otro tipo de material, con los cuales se pueden controlar condiciones ambientales como la temperatura, humedad y luz. Con lo anterior, los productores tienen la posibilidad de proteger sus cultivos de cambios climáticos abruptos como heladas, lluvias, sequías, plagas... y de esa manera evitar la pérdida de sus cultivos, al tiempo que aumenta la producción.
Esta técnica también trae otros beneficios como el ahorro de agua, generación de empleos, mayor disponibilidad de alimentos, productos con mayor calidad, un mejor control de la producción, así como la oportunidad de cultivar productos fuera de temporada. En México, los productos que más se cultivan con agricultura protegida son: jitomate, fresa, pepino, chile, frambuesa, arándano y rosas.
En México, ¿qué tan importante es este tipo del agricultura protegida?
México cuenta con un sector de agricultura protegida fuerte y pujante, impulsado por el esfuerzo de productores y empresarios que pertenecen a la cadena de valor hortícola. Si nos fijamos bien, en los últimos 25 años la agricultura protegida ha crecido entre 5 y 7 por ciento al año. Este crecimiento en el territorio nacional ha permitido que México se posicione como uno de los principales productores mundiales de frutas y hortalizas, ya que permite tener producciones más seguras, con mejor calidad y consistencia.
En México, hay más de 50 mil hectáreas cubiertas; por estados, Jalisco lidera sobre Sinaloa en cuanto a superficie, con aproximadamente 12 mil hectáreas, mientras que Sinaloa cuenta con cerca de 9 mil; le siguen Coahuila, Michoacán y Sonora; aunque prácticamente en todos los estados de la República hay este tipo de cultivos. El valor de la producción de la agricultura protegida asciende a unos 3 mil 500 millones de dólares (mdd), lo que representa alrededor de 20 por ciento de las exportaciones de frutas y hortalizas.
Este tipo de agricultura, también llamada bajo cubierta, impulsa a nuestro país a ser potencia exportadora en productos agrícolas como fresas, frambuesas, zarzamoras y aguacates. No hay duda de que la producción de frutas y hortalizas dentro de un invernadero y malla sombra seguirá creciendo en México, ya que la estabilidad en cuanto al volumen y la calidad que este tipo de tecnología ofrece es una herramienta poderosa para que el productor tenga cosechas durante más tiempo y, por ende, tenga contratos más atractivos con los compradores, así como la posibilidad de obtener mejores precios.
¿Qué retos enfrenta este tipo de agricultura en nuestro país?
Los temas laborales y de reforma sindical, así como ser creativos para atender las tendencias de los mercados, que se mueven hacia alimentos más sanos y la venta por contrato directo. Debemos de seguir el camino dentro de la tecnología y sumar a nuestros procesos las herramientas necesarias para que nos ayuden a planear, identificar y a operar en una manera más eficaz y que integre la mayor información posible de nuestro negocio.
El sector agrario está llamado a reinventar los sistemas agroalimentarios de manera sostenible y abastecer de alimentos sanos, inocuos, nutritivos y sobre todo asequibles a toda la población del país.
¿Cómo ayuda la agricultura protegida al medio ambiente?
El mundo ya no tiene mucha tierra fértil para extender las zonas de cultivo, además que no tenemos más agua para riego. Por ello, necesitamos de sistemas de agricultura bajo techo, la cual se ha convertido en la alternativa mexicana para frenar el cambio climático.
Para los productores mexicanos, el uso de invernaderos se ha convertido en una de las herramientas más usuales que les permiten cultivar los alimentos de manera adecuada, además de que sirven para dar un descanso a los suelos fértiles y ahorrar agua.
Un ejemplo del desgaste de los ecosistemas, derivado de la agricultura industrial tradicional se aprecia en el norte del estado de Guanajuato, donde existen unos 2 mil 500 pozos de agua, de los cuales 50 por ciento están sobreexplotados. Por ello, es importante desarrollar sistemas agrícolas que ayuden a detener el avance que existe en el agotamiento de los ecosistemas.
En ese sentido, los nuevos avances tecnológicos en materia de agricultura protegida permiten que 20 por ciento de la producción agrícola del país se realice bajo esta técnica, ayudando a detener el impacto climático en los suelos.
¿Cómo puede el nearshoring beneficiar al sector agrícola de México?
El nearshoring llegó hace 20 años a la agricultura protegida. El Tratado de Libre Comercio con América del Norte (TLCAN) ayudó pero tenemos productos que no se pueden exportar muy lejos por su expectativa de vida en el anaquel. Anteriormente, Estados Unidos importaba hortalizas provenientes de los Países Bajos y de Israel, pero por razones ambientales el cliente ya no quiere eso, ya no quiere frutas de Europa si las puede traer de México; esas razones ambientales impulsaron que muchos países europeos voltearan a ver a México para traer inversión en la agricultura protegida.
Hemos traído mucha tecnología del extranjero, de los países que tenían mucha experiencia en estas técnicas de cultivo en México, ya que contamos con mucha luz solar, mano de obra calificada y que quiere aprender.
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