El Campo mexicano se ve amenazado ante la falta de presupuesto

Desarrollo económico

El campo mantuvo el buen ritmo de años pasados, pero un presupuesto austero pone en peligro su desempeño en 2020.

El sector agroindustrial exportó 320 mdd de café sin tostar en 2018./Foto: Shutterstock
Editorial Milenio
Ciudad de México /

Efigenio Bárcenas, pequeño productor de café orgánico en Ixtlán, Oaxaca, sembró las cinco hectáreas de tierra que posee en septiembre de 2018. Como cada año, invirtió el dinero que poseía sin esperar que el clima, la falta de tecnología y el deterioro en las políticas públicas en el campo, lo harían perder casi 70% de su cosecha, esa que otros años ha vendido en su localidad y en otros estados del país, además de exportarla a Estados Unidos.

El agricultor de 60 años no sabe qué esperar de 2020. Afirma que trabajó todo el año para nada, “ahora tendré que empezar de cero y esperar”. Así como él, en el país hay cientos de pequeños, medianos y grandes productores --principalmente en el sur del territorio mexicano--que se han enfrentado diversas vicisitudes, desde las naturales hasta la falta de apoyos y programas que hagan que la industria sea rentable y autosustentable. 

El panorama nacional no es tan malo como el de Efigenio. Al contrario, 2019 ha sido un gran año para el sector agroalimentario, debido a que el Producto Interno Bruto (PIB) primario creció 5.3%, en comparación con 2018. Además, se estima que para el cierre del año, las exportaciones alcancen los 38,000 millones de dólares, según datos de el Consejo Nacional Agropecuario (CNA).


Este panorama alentador también ha sido sustentado por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), que reporta un crecimiento de 4.3%, en comparación a 2018. 

Estos indicadores colocan al agro en una posición más favorable que la economía en conjunto, señala, Bosco de la Vega Valladolid, presidente del CNA. “El sector agroalimentario registra un desarrollo positivo, reflejado en sus diferentes variables como la evolución del PIB, el empleo, las exportaciones, la balanza comercial y la productividad”, dice. 

El líder agropecuario detalla que entre los productos que más progresaron en 2019 están los cultivos perennes, como el aguacate, cacao, copra, guayaba, limón, mango, mandarina, naranja, palma de aceite, plátano y toronja, que crecieron 3.2% en agosto de 2019, según las últimas cifras reportadas por el Servicio de Información Agroalimentaria y Pesquera (SIAP). 

También los cárnicos, los lácteos y el huevo tuvieron avances respecto al año anterior; pero fue el maíz el producto con mejor desempeño, expone el SIAP,al registrar un nuevo máximo histórico con cosechas por alrededor de 8.8 millones de toneladas. En total, la balanza agropecuaria y agroindustrial registró un superávit de 7,100 millones de pesos.

Austeridad en el Campo mexicano

Con todo, ha sido un año complejo. Más allá de las disparidades entre el norte y sur del país, persiste la falta de recursos por recortes presupuestales, que dejaron al sector en niveles similares a 2008; así como la eliminación de algunos programas y componentes de la Secretaría de desarrollo Rural (SADER), y varios ajustes en las reglas de operación de los apoyos que se mantuvieron vigentes. Todo en aras de practicar la austeridad republicana. 

El presidente de la CNA, explica que esta reestructura redujo sustancialmente el apoyo a los medianos y grandes productores, quienes a su vez son los que abastecen hasta en un 70% el mercado de la agricultura en México. “Logramos mejorar los recursos presupuestales en alrededor de 8,000 millones de pesos (mdp), pero el resultado final fue una reducción de 29.8% en el Presupuesto de Egresos de la Federación 2020”, dice. 

De la Vega Valladolid afirma también que el gobierno federal está desmantelando la agricultura comercial para beneficiar a los productores más pequeños; sin embargo, los programas dirigidos a ellos, llamados “Estratégicos”, también son insuficientes y ocupan un tercio del presupuesto de la dependencia. 

Por otro lado, se traspasaron dos programas de LICONSA y uno de DICONSA de la Secretaría del Bienestar a la de Agricultura, “orientados a combatir la pobreza más que al fomento productivo, pero no cuentan con fondos adicionales para su atención, así que demandan cerca de un 10% del total de recursos de la SADER”, agrega De la Vega. 

El próximo año la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (SADER) tendrá que arreglárselas con 47,576 mdp, su menor presupuesto desde 2006, a pesar de que es uno de los sectores que mejores resultados han tenido en los últimos años. 

Por otra parte, Gustavo Rojo, presidente de la Confederación de Asociaciones Agrícolas del Estado de Sinaloa (CAADES), afirma que la reducción en el Presupuesto de Egresos eliminará de tajo todos los instrumentos de política pública que impactan a la agricultura comercial, especialmente a la producción de granos como e maízque será la más desprotegida. 

En opinión de Rojo Plascencia, el austero Presupuesto de Egresos 2020 generará incertidumbre en el agricultor, que dejará de invertir en insumos y tecnología para sus cultivos, algo que impactará a todos los demás eslabones de la cadena productiva en el país.


Los Dos Méxicos 

No es un secreto que el país está dividido en dos regiones que contrastan. “Las disparidades entre el norte y el sur persisten y todos necesitamos presupuesto, apoyos y políticas públicas que salven esa asimetría entre los dos países que somos, porque competimos con otros agricultores en el país, y también con productores de Estados Unidos y Canadá”. 

Por si la falta de recursos y apoyos fuera poca cosa, los productores al norte del país enfrentan un problema antiguo y difícil de sortear: un clima cada vez más incierto, debido al calentamiento global, que “requiere generar políticas públicas más sustentables y responsables, para enfrentar la sequía”, señala Gustavo Rojo, de la CAADES, quien añade que la tecnología puede ayudar a los agricultores a sobrellevar la batalla desigual con el clima. 

Este año y el anterior, las altas temperaturas que azotaron al país trajeron sequía: “las presas en Sinaloa están a 56%, incluso algunas trabajan por debajo de 50%, en comparación de 70% que se tenía el año pasado, una restricción muy importante para los cultivos, donde las superficies de siembra de grano se han reducido en cerca de 100,000 hectáreas”, afirma Rojo Plascencia. 

Mientras, el sur lidia con sus rezagos, especialmente en materia de inversión tecnológica. Javier Valdés, director general de Syngenta para Latinoamérica Norte y México, afirma que “los productores agrícolas del sur a veces no invierten porque no saben si lloverá y si lograrán cosechar. Tenemos que cambiar esa manera de pensar, hay que invertir en tecnología porque de esa manera habrá menor riesgo de no cosechar”, dice. 


En el norte del país, la adopción tecnológica es más alta. “En promedio en México tenemos 3.5 toneladas de rendimiento por hectárea, pero en estados como Oaxaca y Chiapas tienen dos toneladas por hectárea, lo que buscamos ese rendimiento crezca con ayuda de las tecnologías”, agrega el titular de Syngenta. 

En este sentido, empresas como Bayer trabajan desde hace varios años con pequeños, medianos y grandes productores mexicanos, a quienes proveen las herramientas tecnológicas necesarias para que su negocio sea rentable. 

Nery Echeverría, director de ventas de Bayer de México, advierte que se necesita un plan de trabajo que involucre a toda la cadena productiva para dar acceso a los agricultores a tecnología y financiamiento, y a mejores condiciones para comercializar sus cosechas, algo que involucra la creación de infraestructura de almacenamiento y logística. 

“Es un plan que requiere de todos; los productores, el sector público y la iniciativa privada tienen que trabajar en conjunto a largo plazo, ya que una sola parte de la cadena no puede hacer todo lo que se necesita”, dice Echeverría. 

En línea con la estrategia del gobierno mexicano, que en este sexenio pretende privilegiar a rezagado sur del país, el director de ventas de Bayer hace un guiño a la región, pues tiene lo que al norte le falta: agua y tierras muy productivas, que podrían incrementar la productividad. “Si vamos a ser autosuficientes tenemos que trabajar duro en el sur, que es donde está la mayor oportunidad de crecer”. 

Por ello, Efigenio Bárcenas buscará, con ayuda del apoyo gubernamental, hacerse de soluciones tecnológicas para asegurar sus cosechas del próximo año.

El Dato.

28,538 MDD

obtuvo el sector agroalimentario por concepto de exportaciones agropecuarias y agroindustriales.


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