Este 2019 no solo conmemoramos los 80 años de la llegada a México de los primeros refugiados españoles, entre los que se encontraban Remedios Varo o Luis Buñuel; también son 42 años de un lazo estrecho que ha resultado en una sociedad comercial muy interesante para ambos países.
Las relaciones diplomáticas entre México y España se rompieron en 1939 y se reanudaron dos años después de la muerte de Francisco Franco, en 1977. Si bien el intercambio cultural siempre se mantuvo, en la parte económica no se vio un gran impulso quizá hasta que España entró a la Unión Europea, momento desde el cual se ha dado un cruce de capitales sobre el Atlántico en ambas direcciones.
En 2018, el comercio bilateral alcanzó un monto de 9,300 millones de euros (mde), unos 10,500 millones de dólares (mdd). México realizó exportaciones a España por 5,304 mdd el año pasado; de hecho, España es el quinto destino de exportación de México en el mundo, detrás de EU, Canadá, China y Alemania.
Asimismo, el mercado mexicano importó productos españoles por 5,520 mdd en 2018; es el primer mercado para España en América Latina y el quinto más importante fuera de Europa.
México mantiene su atractivo para España y su inversión este 2019, ya que obtuvo una valoración de 3.46 puntos, de cinco, en el XII Informe Panorama de la Inversión Española en Iberoamérica, realizado por el IE Business School. Si bien este año el puntaje fue menor al de 2018, de 3.67, “México será, de nuevo, el país donde más empresas españolas busquen aumentar sus inversiones en 2019, seguido por Colombia, Perú, Chile y Brasil”, detalla el Informe.
Un ejemplo reciente de una inversión española en México es la que hizo Santander en la fintech mexicana Klar, vía su fondo de capital emprendedor Santander InnoVentures. La operación alcanzó un monto de 57.5 mdd y se convirtió en la mayor ronda de capital semilla de la historia en México. Del total, 50 mdd de deuda son de Santander, y 7.5 mdd de capital son de la misma entidad financiera en conjunto con las empresas Quona Capital, aCrew, FJ Labs, Western Technology Investment y Arc Labs.
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Otro ejemplo, son los 5,000 mdd que anunció Ignacio Sánchez Galán, presidente de la española Iberdrola, que se destinarán a México entre 2019 y 2024. El plan es invertir en proyectos eléctricos, es decir, en la construcción de nuevas plantas de generación de gas y de energías renovables, para cubrir el incremento de la demanda de energía previsto para México.
BBVA también anunció este 2019 una inversión en nuestro país de 3,514.2 mdd a 2024, como parte de su proceso de mantenimiento en infraestructura, renovación de sucursales, cajeros automáticos y terminales punto de venta, así como para fomentar la bancarización en el país y el crecimiento de nuevos negocios.
La relación es recíproca. También se anunciaron inversiones de México hacia España. Una fue la de Allen Sanginés-Krause, que lidera RLH Properties, empresa mexicana dedicada a la adquisición y gestión de hoteles de lujo listada en la Bolsa Mexicana de Valores, que acaba de comprar el hotel madrileño Villa Magna por 210 mde.
Otro ejemplo fue la compra de Grupo Vips, valorada en 500 mde, que realizó Zena Alsea, cuyo presidente es Alberto Torrado. El resultado de la operación es la administración de más de 1,000 restaurantes y unos 20,000 empleados.
Una más reciente fue la anunciada el pasado 30 de septiembre por Carlos Slim, quien informó al supervisor bursátil español que incrementará su participación en el grupo de medios Prisa a 4.3% vía Inversora Carso.
Slim ya contaba con 2.82% del grupo y ahora se convierte en uno de los principales accionistas del conglomerado de medios dueño, entre otros, de El País.
Esta adquisición se calcula en 11 mde. En grupo Prisa está invirtiendo, por cierto, otro mexicano: Carlos Fernández. Banca, energía, turismo, consumo o medios de comunicación, en realidad no importa el sector, los lazos comerciales entre estos dos países siguen y seguirán dando de qué hablar.