Una arquitectura imparable

CHIC CDMX

Más allá de sólo ofrecer estética en sus proyectos, la propuesta de esta arquitecta es crear experiencias para sus habitantes a través de los espacios.

Oficio Taller procura reflejar la esencia local, usar los materiales de lugar y dialogar con el paisaje de cada región en la que trabaja.
Kenia Maldonado
Ciudad de México /

Marcela González Veloz es la arquitecta detrás de Oficio Taller, despacho de arquitectura con base en Monterrey, Nuevo León y con una oficina más en la Ciudad de México.

Egresada del Tec de Monterrey, siempre se sintió atraída por el diseño, aunque su profesión llegó a su vida por casualidad, pues estuvo a punto de estudiar la carrera de mercadotecnia.

Su primer proyecto fue la construcción de una escuela en Nuevo León, la cual realizó tras ganar un concurso y en colaboración con el arquitecto Pepe Gándara, con quien inició una oficina, la cual duró poco tiempo, pues pronto decidió emprender su camino.

Involucrada en la arquitectura socio ambiental, Marcela piensa en hacer turismo sostenible para la comunidad, la economía y el ambiente, creando así un mayor impacto. Su propuesta no es construir algo estético que sea agradable a la vista, se trata de realizar arquitectura emocional.

Este despacho trabaja de manera multidisciplinaria colaborando con especialistas en la materia como agrónomos, paisajistas, antropólogos y perfumeros franceses para que se pueda experimentar el lugar a través de los sentidos.

Las bitácoras sensoriales se han convertido en una herramienta clave para documentar las temperaturas, los sonidos y demás características de una zona, pues ésta detona la información para comenzar a edificar. En su mayoría utiliza materiales propios de la región para construir y reutiliza elementos, de manera que el proyecto nazca del sitio.

Para esta arquitecta experimentar con la materialidad y realizar pruebas con estos le permite conocer cómo se comportan y las posibilidades que estos tienen para comenzar a trabajar el proyecto.

 Marcela ha llegado lejos con Oficio Taller, actualmente el despacho trabaja en un hotel en San Andrés Larráinzar en Chiapas, uno más cerca de Tulum, una vinícola en Parras, Coahuila, además de algunos proyectos en Nuevo León.


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