Desde que la película Roma se filmó en la Ciudad de México, primero conocida como “el proyecto secreto de Alfonso Cuarón”, ha sido noticia.
Su camino por festivales, las nominaciones que ya empezaron a llover, la critica mundial aplaudiendo, las opiniones encontradas en las redes sociales, la batalla por las pantallas en la que ni las grandes exhibidoras ni Netflix cedieron, y ahora su estreno a nivel mundial en la plataforma nos daba para horas de conversación con el cineasta, lo cual aprovechamos a la primera oportunidad.
La primera vez que platicamos de Roma habíamos visto solo unos minutos. Gracias por volver ahora y por la insistencia de que esta película se vea en el cine. Mi sensación es que tu razón tiene que ver con la misma por la que se hace arte, pero tu dime ¿Fue por eso?
Cuando tu te involucras con un emprendimiento artístico lo que quieres es que se vea. Lo importante de ello es la confrontación. Una obra se queda a la mitad si no hay confrontación con el público, porque la otra mitad la gente la llena con su propia percepción, sus propias emociones, para bien y para mal. Y, además, el cine es, en sus mejores formas, una experiencia comunal.
Decíamos que “todos los caminos llevan a Roma”, pero no todos, ¿verdad?
Sí, ha sido un trabajo muy exhaustivo encontrar las maneras de que esto suceda. Porque en principio, lo que era Netflix, la plataforma, no hacía la experiencia en salas, ahora yo les estoy muy agradecido que hayan accedido a toda esa experiencia en salas. Sobre todo, en México me era muy importante que le llegara la experiencia a la mayor cantidad de gente posible. Así que no sólo tenemos la experiencia en salas sino cinemas móviles yendo a diferentes comunidades para que puedan participar.
¿Cuándo iniciaste este proyecto te podrías haber imaginado que sería visto en Los pinos, con la gente con sus cobijitas?
Bueno, en Los pinos no. (risas). Por supuesto que nunca me lo podría haber imaginado. Cuando estábamos haciendo la película, Los pinos eran un símbolo de la exclusividad y el obscurantismo. Entonces era un lugar completamente inaccesible. La relación de Los pinos con el cine era cuando de pronto llamaban para pedir una copia de tu película como si tuvieras que entregarla inmediatamente ¿sabes? Como si fuera comida a domicilio.
Después de tanto, ¿Cómo te sientes hoy?
Estoy muy contento. Muy contento de estar en el país. Esta es una película 100 por ciento mexicana que se hizo desde el punto de vista de un mexicano y que intenta hablar cosas que comparto con muchos otros compatriotas.
Y con el mundo …
Bueno, esa fue una bonita sorpresa.
Pues apenas empieza, ya esta en 190 países.
Eso me da mucho gusto y además que siga la experiencia en salas. Cada día tenemos más salas alrededor del mundo y lo que es muy bonito es que, en todo el mundo, hasta el día de hoy han estado con llenos totales todas las salas de cine.
DIGL