Hoy finalmente terminó la espera. El segundo capítulo de It llega a las pantallas con grandes expectativas debido a la vara tan alta que dejó la primera parte de esta historia de Stephen King.
Aunque ya había sido llevada a la televisión por ABC en 1990 con resultados muy mediocres, bastó que el cineasta argentino Andy Muschietti recurriera a un mejor elenco, cinematógrafo, músicos y un Pennywise mucho más temible (interpretado por Bill Skarsgård), para que It finalmente recibiera el tratamiento que merecía.
Pero, ¿qué hay de la tan esperada secuela? Lo primero que tenemos que saber es que el filme tiene una duración de alrededor de tres horas y que es imposible recrear el terror de la primera parte por una simple razón: han pasado 27 años desde los últimos acontecimientos en el pueblo de Derry.
Los personajes, aunque los mismos, ya no son niños. Jessica Chastain, Bill Hader y sobre todo James Ransom hacen su mejor mimetismo con Beverly, Richie y Eddie respectivamente; sin embargo, no es lo mismo asustarse por un payaso a los 13 años que a los 40.
Y este es el principal cambio de It: el tono es más cómico que terrorífico. El mismo director de la cinta, Muschietti, lo confesó en entrevista a M2: se trata de una comedia con muchas partes humanas.
Eso me parece un acierto total. Pennywise al final del día representa nuestros miedos, y sería ridículo que unos cuarentones reaccionaran como niños.
En contraste, Pennywise es mucho más sádico, burlón y amenazante, pero también más inteligente, pues él sabe que solo existe en la imaginación de ellos y, a veces, es notable que el payaso ya está cansado de la inmadurez del equipo de los losers.
Con un ritmo vertiginoso, buenas interpretaciones y un par de sorpresas que el público LGBT+ agradecerá (con todo y su temible secuencia inicial), IT 2 es un triunfo por encima de todas las críticas que se le pudieran hacer, y eso sí, un éxito garantizado en taquilla.
VEREDICTO
8.6
Trama: 9
Actuación: 8
Ritmo: 9.