En medio de la marea que la ha envuelto a partir de que la película de Alfonso Cuarón, Roma, llamó la atención del mundo, Marina de Tavira se da un tiempo para atender la entrevista con M2, en la que reconoce que la trama en la que da vida a Sofía ha sido una “aventura” que la ha sorprendido desde que hizo el casting y se enteró, apenas unos días antes de iniciar el rodaje, de qué película se trataba y quién era el director.
“Todo ha ido de sorpresa en sorpresa. Yo estaba ensayando una obra, y por primera vez tenía una alternante, cuando me enteré de que Alfonso me había escogido para la película.
“Lo conocí al final del proceso de casting, incluso no sabía para qué película estaba audicionando, y de pronto todo se precipitó, después de mucho tiempo de mi penúltima audición, al día siguiente me dicen que me había escogido y también me entero de que es un proyecto que va a durar seis meses”.
Fue cuando la actriz agradeció tener alternante en la obra Grito al cielo con todo mi corazón, pues de esa manera pudo concentrarse en el filme; incluso destacó que sus compañeros, entre ellos Arcelia Ramírez, con quien compartía créditos en la trama, la motivaron: “Me dijeron: ‘Tienes que vivir esto, adelante, hay proyectos que son garbanzos de a libra y hay que aprovecharlos’”. Y lo hizo.
A través del auricular reconoce que si bien trabajar con Cuarón, de entrada, era garantía, sus expectativas se han superado.
“Sabía que iba a ser una película muy bella y el hecho de que Alfonso me estuviera dirigiendo y con un proyecto de él me hacía pensar que la película se vería fuera de México, pero nunca me esperé la reacción que he visto.
“Ha sido increíble cómo la gente se acerca y habla de su vida, de su infancia, de las personas que los criaron o de las personas que los cuidaron, no importa dónde estemos; en todos los países donde hemos estado siempre sucede. Al final es cierto que se va creando ese efecto de las historias que entre más personales se vuelven más universales”, destacó la actriz.
En el caso de Roma, donde el director aborda la conexión que se generó entre su nana y su infancia, en la historia que se ubica en la década de los 70, destaca que la identificación se debe a que todos pasamos por la niñez.
“La película habla sobre las cicatrices de la infancia y todos tenemos esa cicatriz, alguien a quien darle las gracias; toca algo que todos hemos vivido, que es la infancia, las memorias. Por eso cuando la gente ve la película, piensa que estás hablando de ellos; como decía Tarkovsky, que hacía cine para que el espectador saliera sintiendo que era su vida lo que acababa de ver en la pantalla, y es algo parecido lo que pasa con Roma”.
Del efecto personal que le ha representado, reconoce que Sofía le ha permitido proyectar su admiración al rol de la mujer: “Me da mucho gusto haber podido hablar de algo que me importa desde hace mucho tiempo y es cómo las mujeres casi siempre llevan la completa responsabilidad de los hijos; la maternidad es, creo, una de las cosas más bellas del mundo, una de las experiencias más maravillosas que pueden existir.
“Pero también creo que la forma cómo hemos construido la sociedad ha hecho que la mujer cargue con una responsabilidad mayor, no importa, incluso si es una pareja que está junta o separada, si la mujer trabaja o no; siempre la mirada es cómo las mujeres sacan adelante a los hijos y es una conversación que hay que tener. ¿Qué pasa con la paternidad, cómo hemos construido a la familia: que un hombre puede dejar a los hijos de un día para otro y parece que esto se tolera”.
REACCIONES
“Marina está exquisita como Sofía”
Toronto Sun
“Una de las 10 actrices a las que hay seguirle la huella este año”
Variety
“Su actuación es conmovedora y auténticamente hermosa”
Slash Film
“Una actuación digna de un Oscar”
West Hawaii Today.