Avanza la tarde y El Teatro Bar El Vicio luce vacío, con luces bajas y las sillas levantadas, excepto por una decena que Ana Francis Mor y Marisol Gasé ocupan para ensayar con sus músicos. En un descanso, las actrices aprovechan para hablar de la nueva puesta en escena de Las Reinas Chulas: Coyoácan, sí, una obra con dedicatoria a Roma de Alfonso Cuarón.
“Se va a poner buenísimo, hay una sorpresa sumamente divertida, ahora sí que agarrándonos de la fama del maestro Alfonso Cuarón y de Roma, el 1 de marzo estrenamos Coyoacán y nos va a dirigir Cuarón; obviamente vamos a hablar de la alcaldía, de las trabajadoras del hogar y de cómo estamos viendo ahorita las cosas con la cuarta transformación”, dice Gasé a M2.
Entrevistada en el camerino, donde aprovecha para peinarse y ponerse labial, porque cualquier ensayo lo primero que requiere es comodidad, menciona que en este proyecto contará con Fernanda Tapia como invitada especial, por lo que el público puede esperar un “desmadre” arriba del escenario.
Mientras toma un poco de agua y relaja sus manos de la guitarra, Ana Francis plática cómo eligen sus temas; sin duda, al tratarse de teatro cabaret, la comedia y la política siempre están presentes, pero también los temas de actualidad. Hace unas semanas montaron una puesta relacionada con el amor para celebrar San Valentín; ahora, apenas unos días después de los Oscar, voltean a ver al cine mexicano. “Es una culminación de cosas, sin duda siempre tenemos la oreja parada para con el momento político; por ejemplo, ahora hacemos un símil de Roma, porque tenemos que hablar de eso, porque es un momento político muy importante para ese tema, para el asunto del trabajo doméstico, etcétera. También hacemos caso a dónde estamos en este momento, ahí vamos eligiendo un poco a partir de lo que la gente nos pide, de lo que la gente va necesitando ver y escuchar", señala.
Y añade: “Obviamente nos estamos colgando de la discusión tan fantástica que nos puso Cuarón, que tiene que ver con las mujeres y cómo nos asociamos en ciertas circunstancias, cómo nos explotamos para cumplir con una serie de cosas, quién explota a quién, el marido a la esposa y la esposa a la trabajadora del hogar. Es una oportunidad para hablar del clasismo, del racismo, que de las elecciones para acá ha sido el tema".
El proceso
Ambas se sientan en círculo junto a su grupo de músicos, tocan y cantan estrofas de las obras que tienen en puerta; el cabaret requiere una actualización constante, mucho ensayo, trabajo en equipo y esfuerzo. Marisol lo sabe y, por eso, cuenta cómo es que Las Reinas Chulas crean sus espectáculos. “Algo maravilloso que te da el cabaret es que tú tienes que escribir, tú te haces responsable de todo lo que sucede en el escenario. Es muy emocionante cómo se crean las obras; por ejemplo, en este, una dijo hay que hacer Roma, no que Ecatepec, no que Coyoacán. Luego vemos de qué queremos hablar, es muy chistoso como primero es una lluvia de ideas, luego nos dividimos escenas; después, nos vemos para cuadrar todo y cada una rellena con chistes, nos vamos complementando", comenta.
En el caso de Coyoacán, hicieron el guión entre ellas; comenzaron a ensayar juntas y, una vez que sintieron que tenían el espectáculo que buscaban, llamaron a Fernanda Tapia para que conociera su personaje, leyera el libreto y diera su visto bueno. Al final, le hablan a su músico de cabecera, Yurief Nieves, para a pensar en más melodías. “Hay espectáculos con muchos cóvers, con adaptaciones de canciones conocidas, pero hay otros donde la música es totalmente original. Él nos ayuda, tenemos una letra y la idea de que si es para bailar o para cantar o algo triste, así se arranca con la música y nos va enseñando, y ya le decimos si más rápido o más lento. Es un colectivo, todos ponemos un granito de arena", sostiene.
Competencia
Marisol destacó que cada año el cabaret se pone “más cañón”; los jóvenes llegan sabiendo de todo y, por eso, si quieren mantenerse vigentes deben entrenar y estudiar.
El mayor reto
Ana Francis considera que es un buen momento para el cabaret mexicano; el gran reto es ver cómo les va con la cuarta transformación y, por supuesto, seguir criticando.