Para la dramaturga y directora de escena Laura Uribe, “su ensayo escénico sobre disidencias sexogenéricas” Cuir Love une nueve historias a partir de la resistencia y el deseo de permanecer, de buscar y encontrar formas de resistir un mundo que está todavía muy lejos de abrazar la diversidad.
La integrante del Sistema Nacional de Creadores de Arte explica que con esta pieza cierra su trilogía que inició Calle Amor (2022) y siguió con Les desertores (2024), ambas montadas en escenarios del Centro Cultural del Bosque del Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (Inbal), como Cuir Love.
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“Es una trilogía que parte de una investigación-creación en torno al cuerpo, al género y a las disidencias. Cuir Love es un ensayo escénico con disidencias sexogenéricas, actores, bailarines, vedettes, que han utilizado su expresión de género como un acto político”, explica Uribe en entrevista con MILENIO.
Catalogó como docuficción la puesta en escena de Cuir Love, que se estrenó el pasado 9 de mayo en el teatro El Galeón del complejo del Inbal, en funciones de jueves a domingo hasta el 9 de junio.
“Parte de exponer los datos que hemos recogido durante tres años de investigación con disidencias sexogenéricas para abordar desde lo personal y desde lo íntimo las experiencias de las disidencias”, dijo.
Sin imposición
Para la creadora escénica, Cuir Love busca exponer cómo el género en sí mismo y la imposición del género son violencia y, en ese sentido, como centro deconstruye lo que se ha impuesto como género.
“En Cuir Love, el género en sí mismo es una construcción social como la identidad y la sexualidad”.
Uribe considera “estratégicamente” su obra como “contrapedagógica” y reconoce que al público se le da una suerte de glosario con el que de alguna forma los asistentes a la puesta en escena van deduciendo conceptos y términos, con el fin de familiarizarse con todo lo que están viendo en la obra.
“El planteamiento dramatúrgico que elaboro tiene varias vertientes. Surge de un laboratorio de investigación al cual se inscribieron alrededor de 180 personas pertenecientes a la comunidad LGBTIQ+. Y a partir de esa convocatoria elaboramos un casting-taller que se llamó ‘Este cuerpo que resiste’, con 40 personas, de las cuales seleccionamos a las 8 que se ven en escena.
“A partir de ese laboratorio se construyen las preguntas, los detonadores, y fuimos resolviendo en colectivo la dramaturgia. Es decir, son nueve historias que se presentan en escena con anécdotas, historias personales que surgieron durante el proceso, a través de cuadros escénicos con distintas temáticas sobre la imposición de género”, detalla la dramaturga y directora sobre su proyecto creativo como becaria del Sistema Nacional de Creadores de Arte en el apartado de Dramaturgia.
Participan en Cuir Love, Ana Beatriz, Dante Ureta, Florián Philippe-Beauchamp, Gustavo Gallegos, Índigo Valenzuela, Luis Mata, Narciso, Erin La Monstruosity y Laura Uribe. La producción es de 25 Producción.
Con un dispositivo escénico que califica de “minimalista”, bajo la dirección de arte de Sabina Aldana, creadora de escenografía y vestuario también, Uribe explica que se parte de ser un laboratorio escénico literal, en el cual se investiga a estas identidades, se plantea un espacio aséptico, con apoyo multimedia como recurso visual para exponer datos y cifras que acompañan al espectador.
“Quizá no son los públicos que cotidianamente vemos en el Centro Cultural del Bosque. Esto es importante, que el Inbal abra las puertas a obras sobre cuerpos disidentes en escena; si bien son actores, bailarines, vedettes, son elles quienes se están representando a sí mismes, y también emplean el lenguaje inclusivo que para algunos ya es un ataque. Desde la dramaturgia se impulsa eso”, argumenta.
¿Qué une a esas nueve historias de Cuir Love?
La resistencia, el deseo de permanecer, el deseo de buscar y encontrar formas de resistir en este mundo que todavía está muy alejado de abrazar la diversidad.
¿El objetivo es provocar, atacar?
No, para nada. El objetivo es educar, compartir y abrir otras perspectivas desde el amor y el placer.
Sobre la trilogía
Laura Uribe detalló que Calle Amor tuvo un gran impacto generacional porque se trabajó con jóvenes de la Escuela Nacional de Arte Teatral sobre cómo “las pedagogías violentas han muerto o queremos que mueran”. Mientras la segunda parte, Les desertores, fue un documental hecho con infancias y juventudes trans.
Sobre Les desertores, destacó que estuviera la obra en programación infantil en el teatro El Galeón.
“Tuvimos recepción desde infancias trans y no trans, y sus familias. Esta obra tuvo una recepción importante porque son obras que abren temas que no se ponen en la mesa en ninguna pieza teatral ni en ningún circuito artístico. El proyecto es provocativo porque al centro están temas que quizás son de miedo para el sistema patriarcal, pero que convocan a una diversidad de público muy amplia.
DAG