La conversación sobre el futuro de Disney+ en Latinoamérica ya no gira solo en torno a sus franquicias globales, sino a cómo la plataforma entiende hoy a su audiencia más influyente: la mexicana. Esa fue la premisa del encuentro celebrado en Ciudad de México con motivo del quinto aniversario del servicio en la región, un corte de caja que dejó claro que la siguiente etapa estará marcada por la integración, la diversidad de géneros y una lectura más sensible del consumo local.
El arranque en plena pandemia ya parece lejano, pero sus aprendizajes siguen definiendo una plataforma que hoy suma más de 195 millones de suscriptores y que se prepara para un rediseño profundo: unificar catálogos, ampliar formatos y dejar que el contenido latinoamericano avance del margen al centro.
“Puede parecer que cinco años no son nada, pero ha pasado de todo y hemos tenido que ir aprendiendo sobre la marcha, en un mercado donde las cosas cambian, los gustos cambian y las preferencias de la audiencia se transforman de manera vertiginosa. Lanzamos en medio de una situación anormal y fuimos evolucionando con el consumidor”, comentó Daniela Ferrari, directora de Marketing Direct-To-Consumer.
Para la ejecutiva, México forma parte de un grupo reducido de países estratégicos y ser parte de esa categoría implica no solo invertir más, sino pensar distinto. También destacó que el impulso actual viene acompañado de nuevas alianzas y de una mirada que reconoce el peso que tienen los contenidos populares en la identidad televisiva del país. Realities, telenovelas y transmisiones en vivo —formatos impensables para Disney+ hace apenas unos años— se han convertido en puntales de esa transformación.
Quizá el caso más ilustrativo sea La Granja VIP, programa coproducido con TV Azteca y habilitado en formato 24/7, un experimento que terminó por consolidarse como ejemplo de adquisición y retención de usuarios. En el otro extremo generacional, la plataforma encontró en La peor vuelta al mundo, miniserie protagonizada por Juanpa Zurita, un puente con las audiencias digitales. Concebido desde un inicio por el propio Zurita, el proyecto reveló una lógica de trabajo más ágil y menos temerosa del error. “Probamos, nos equivocamos y volvemos a intentar”, resumió Ferrari, convencida de que el streaming, para sobrevivir, debe dialogar con la espontaneidad del ecosistema social.
La reconfiguración del catálogo también transita por territorios mucho más amplios. La unificación con Star+ y la incorporación del contenido deportivo de ESPN convirtieron a Disney+ en un centro deportivo permanente: más de 700 eventos al mes y análisis pensados para el aficionado latinoamericano, que exige puntualidad, contexto y variedad.
A esto se agrega la llegada de telenovelas bajo la marca Hulu. Títulos como Cautiva por amor no solo ampliaron el espectro de contenidos, sino que atraen a espectadores que antes no imaginaban encontrar melodrama en una plataforma asociada a princesas, superhéroes y caricaturas. Con ello, la compañía envía un mensaje claro: el usuario mexicano no quiere elegir entre géneros, quiere convivir con todos.
La operación detrás de este crecimiento no ocurre al azar. Gely Flores, directora de In-Home Distribution, explicó que el objetivo es construir un servicio lo suficientemente robusto para que cada audiencia encuentre algo que le hable directamente.
Para ello, dijo, han diversificado métodos de pago, dispositivos de acceso y planes de suscripción, además de apoyarse en socios de distribución que permiten ajustar estrategias casi en tiempo real. En un mercado donde la permanencia es más frágil que nunca, la experiencia del usuario se ha vuelto tan determinante como el contenido mismo.
“Ahora, una de nuestras prioridades no es solo atraer a nuevos usuarios sino que se queden con nosotros. Brindar más y mejores contenidos, con los que cualquier miembro de la familia se pueda sentir identificado”, explicó Flores.
La mirada hacia el futuro inmediato ya está definida. De cara a 2026, la plataforma planea combinar su arsenal global con historias cercanas. En materia de nostalgia, regresará Malcolm el de en medio, una de las series más queridas por el público mexicano; mientras que Soy Luna volverá con una nueva temporada diseñada para reconectar a quienes crecieron con ella y, al mismo tiempo, atraer a nuevas generaciones. También se alistan estrenos como Percy Jackson, películas de Pixar y Marvel, además de contenidos vinculados al fenómeno de Taylor Swift, piezas clave en la estrategia para mantener a los jóvenes dentro del ecosistema.
Pero el proyecto más ambicioso del próximo año será la cobertura del Mundial 2026. Con el respaldo de los talentos de ESPN, Disney+ prepara análisis, transmisiones y activaciones en varias ciudades, un esfuerzo que aspira a aprovechar el torneo más grande de la historia y a posicionar a la plataforma como una ventana privilegiada para seguir el evento. La apuesta deportiva no sustituye al entretenimiento popular, sino que lo complementa.
Las ejecutivas adelantaron que la presencia de telenovelas, realities y eventos en vivo continuará creciendo y será clave en la construcción del catálogo a largo plazo. Si algo ha demostrado la respuesta del público es, por ejemplo, La Granja VIP, emisión que muestra que el espectador mexicano se mueve por cercanía, por conversación y por formatos que reconozcan su manera de ver televisión.
Con esa brújula, Disney+ entra a una nueva etapa donde no busca solo sumar títulos, sino comprender qué historias encuentran eco en una región. No será únicamente una ventana global, sino un espacio donde las historias locales, las celebridades mexicanas y las tradiciones televisivas del país convivan con los grandes estrenos de Hollywood en una misma plataforma que quiere hablarle de frente al espectador latinoamericano.