A pocos días de su llegada a la cartelera de todo el país, Sonido de libertad –la película independiente dirigida por el mexicano Alejandro Monteverde que se ha convertido en un fenómeno de la industria cinematográfica– busca replicar su éxito en la cartelera estadounidense y transmitir su mensaje a la audiencia. Eduardo Verástegui, productor de la cinta, platicó con MILENIO sobre sus expectativas ante el inminente estreno (el próximo 31 de agosto), así como la historia detrás de su influencia en esta producción.
“Después de que lanzamos Little Boy (película coproducida por Verástegui), Alejandro y yo queríamos hacer proyectos que tuvieran los ingredientes para entretener y hacer una diferencia en nuestra sociedad. Esa siempre ha sido nuestra misión desde que nos conocimos”, comentó el actor y productor sobre la relación laboral que mantiene con el director tamaulipeco.
Monteverde se acercó a Eduardo Verástegui con la inquietud creativa de realizar un proyecto centrado en la trata infantil, idea que nació después de ver un reportaje periodístico; una ficción que eventualmente se convertiría en una historia basada en hechos reales como resultado de una conversación entre Verástegui y el ex agente de la CIA Timothy Ballard sobre su misión, su historia y su libro.
“Cuando me contaron a detalle lo que le hacen a estos niños. hablé con Tim Ballard y le dije: 'Mi socio está haciendo algo. Es ficción, pero no creo que se iguale a lo que me acabas de contar'. Entonces me dirigí con Alejandro (Monteverde) con la intención de presentarle a Tim Ballard porque lo que me acababan de contar era la próxima película. Yo quería ser parte de esto, era un tema demasiado grande y quería unirme al movimiento de Tim”, explicó el productor.
Así comenzaría un largo proceso –ocho años, según Verástegui– que culminaría con el estreno de Sonido de Libertad. Este proyecto cuenta con el apoyo y la participación de actores como Jim Caviezel, Bill Camp, Kurt Fuller, Gerardo Taracena, entre otros, incluyendo al mismo Eduardo Verástegui, que asegura que, a pesar de no haber recibido el apoyo esperado durante su producción, la realización de está película fue como un “llamado” para él y los demás miembros del equipo.
“Tocamos muchas puertas. Hablé con más de 90 empresarios de todo el mundo. No he dormido, ni dejado de llorar, por ocho años. Pero di el sí a la luz verde con 10% del costo del proyecto en el banco. Me la jugué porque así Alejandro (Monteverde) también lo sintió”, compartió.
“Todo fue muy complicado, como siempre cuando vas contra el sistema, contra corriente. Desconocíamos muchas cosas como cineastas. Siempre hemos sido outsiders, rebeldes de la industria. Yo tenía una idea muy romántica de a lo que me estaba enfrentando, pero no sabía que iba a tardar ocho años. No sabía que cuando fuera terminada la película todavía me iba a tardar cinco años en que fuera contada. Es como entrarle a lo desconocido. Es un llamado que dice “entrale”, lo demás es aventura”.
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El éxito inesperado y la controversia
“Esto es el movimiento que siempre soñamos, aunque es muy difícil saber el por qué del éxito de la película”, reflexiona Eduardo Verástegui en entrevista. Al momento, se sabe que en Estados Unidos Sonido de libertad lleva más de 180.5 millones de dólares recaudados en taquilla doméstica, una importante cifra que continuará creciendo a la par del estreno de la película en las taquillas internacionales.
Sin embargo, el éxito no es inmune a la crítica. Desde su estreno el pasado 4 de julio, el largometraje ha sido tema de conversación en distintos medios, principalmente en redes sociales, y ha generado controversia al ser apoyado por personalidades como Donald Trump, Alejandro Sanz, Mel Gibson, Dana White o Elon Musk, y no por otros grandes nombres de la industria.
En ese sentido, México se coloca como un mercado fundamental para la producción de Angel Studios. Como mexicanos, tanto Verástegui como Monteverde, han resaltado su ilusión por la llegada de su película a nuestro país y esperan que el éxito que ha vivido en Estados Unidos, independientemente de la críticas, pueda ser replicado en este y otros territorios.
“La comunicación de boca en boca, orgánica, ha sido fundamental, así como los cientos de miles de videos apoyando la película. También han habido muchos medios que han hablado mal de ella, eso también la ha ayudado. Yo estoy agradecido; el éxito es el éxito y eso es lo que importa. Es la película número tres más taquillera del cine en Estados Unidos; en México va a tocar el corazón de la audiencia de la misma forma. Creo que va a pasar algo igual de grande en el mundo entero”, señala Eduardo Verástegui.
“Queremos que se manifiesten los que juegan del lado oscuro y de la luz. Esto es como un exorcismo, de alguna manera. ¿Quiénes quisieran desacreditar una película contra la trata de niños? Pues, la pedofilia. A mí se me hace muy sospechoso que quieran venir a desacreditarla, pero estoy muy agradecido con el apoyo que ha recibido”.
CLAVES
- El tour de prensa de Sonido de libertad ha podido llevarse a cabo de forma regular, a pesar de la huelga de escritores en Estados Unidos, porque la producción fue realizada de manera independiente, con recaudación e inversión externa, fuera de la AMPTP (Alianza de productores de cine y televisión).
- Como estrategia, la cinta facilita el acceso a información en relación a la trata infantil e invita a la audiencia a compartir el mensaje de la película a través de la compra de entradas para otros espectadores interesados en verla, pero que no cuentan con las facilidades para hacerlo.
AMG