Mago Frank y el conejo Blas: “la magia es el único método para engañar honestamente”

"Creo que nunca debemos perder la capacidad de asombro, es una de las cosas que debemos conservar", pide Francisco Suárez en entrevista con MILENIO.

Los trucos del Mago Frank han traspasado generaciones. (Especial)
Ciudad de México /

El camino mágico de Francisco Suárez comenzó a finales de los 60 en la fiesta infantil de una de sus hermanas; ahí el mago Enrique Partida le enseñó el truco para hacer ‘caminar’ una moneda sobre los dedos.

“Me encantó, lo practiqué, me salió muy bien a tal grado que le dije a mi mamá: ‘El próximo año yo voy a hacer de mago’”, recuerda el también conocido como Mago Frank, quien con motivo del Día del Niño habla con MILENIO sobre su trayectoria y su lucha actual para que las personas no pierdan la capacidad de sorprenderse.

El pequeño Francisco cumplió su promesa: “Me puse a estudiar una enciclopedia que se llama Mis primeros conocimientos, ahí venia una sección de magia, y así fue que hice mi primer show el 2 de marzo de 1968”.

Tras este debut, comenzó una fructífera carrera al lado del Conejo Blas, amigo inseparable que llegó a su vida en 1976, durante un congreso de magia en Houston. "Si no hubiera conocido al conejo Blas, hubiera sido buen mago, pero hubiera sido un mago más”, indica Frank en su sitio web.


“Parte de la fascinación que causa la magia es que es el único método para engañar honestamente. Tú sabes que te engaño, me encanta engañarte, es un acuerdo mutuo, no hay fraude, pero hay una cierta ilusión; aunque sepas que te están engañando, dices ‘Wow’”, asegura.

Magia que traspasa generaciones

Los trucos del Mago Frank han traspasado generaciones: a las personas de más edad las cautivó a través de programas como ¡Anabel!, La carabina de Ambrosio, El show del Loco Valdés y En familia con Chabelo; mientras que los jóvenes se sorprenden con los contenidos que comparte actualmente en redes sociales.

Entiendo que yo no soy la persona que conmueve sentimientos, sino ver al mago que veías de chico te remonta a esa infancia donde jugabas con tus hermanos, donde te acostabas en la cama de tu papá a ver Chabelo. Todos esos recuerdos hacen que la gente relacione momentos felices de la infancia con el Mago Frank”, reflexiona.

Sobre los niños de esta época, dice que “están perdiendo un poquito la capacidad de sorprenderse con cosas”, aunque “cuando viene un mago que trabaja bien influye mucho en sus vidas”.

Por eso el Mago Frank pide a los exponentes artísticos presentar cosas de calidad, “porque si ya de adulto haces una porquería y un niño llega a ver eso, es un niño que pierde la ilusión por el arte. Siempre hay que hacer las cosas bien para influir de manera positiva en los niños”.

Creo que nunca debemos perder la capacidad de asombro, es una de las cosas que debemos conservar. Y tampoco debemos de perder… de niño te enseñan a decir ‘Gracias’ y es algo que debemos conservar; un día mi abuelita me dijo: ‘Si conoces a alguien que es desagradecido, no le busques más defectos porque tiene el peor’. Entonces, yo soy agradecido con esa gente que me vio y me sigue, con Dios por la familia y la salud. Es algo que ningún niño o adulto debería de perder: ser agradecido”, concluye.

hc

  • Yair Hernández
  • juan.hernandez@milenio.com
  • Es periodista especializado en temas de cultura y entretenimiento. Actualmente trabaja como reportero para Milenio.

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