‘Al chile’ es un disco sabrosísimo de doble sentido

Reseña

Lila Downs demuestra que su voz es única, aunque ya no juega con ella como en sus previos discos.

La cantante ha dejado huella con sus álbumes. (Especial)
Ernesto Sánchez
Ciudad de México /

Para entender Al chile, el nuevo disco de la gran Lila Downs, hay que remontarse al origen de su carrera poco ortodoxa. No es una mujer que ha seguido una fórmula tradicional y en realidad la que muchos conocen hoy en día, no se dedicaba tanto a la música popular ni estaba tan arraigada a sus raíces oaxaqueñas. Lila se educó en Minnesota, tiene un elegante departamento en Manhattan, y su grupo de músicos reúne lo mejor de Estados Unidos y México.

Su meteórica trayectoria comenzó con muy sofisticados álbumes en los que experimentó jazz, blues, bluegrass y todo género atípico para una mexicana que en Nueva York, Japón y Francia era considerada una joya extraordinaria mientras que en su natal país era absolutamente desconocida.

Es entendible que después de llegar al punto más grande de su carrera con Shake Away —álbum en el que experimentó todos los posibles sonidos con los mejores productores y colaboradores— Downs finalmente volteara a ver a su país, donde ya empezaba a tener reconocimiento y con la misma finura de sus producciones hasta el momento, retomara la música popular para llevarla a otro nivel.

Así, desde Pecados y milagros, Balas y chocolate y el menos afortunado Salón, lágrimas y deseo, la estadunidense (porque también tiene esa nacionalidad) ahora nos lleva por un viaje de mera cumbia colombiana con una imagen mucho más populachera y un sonido menos refinado, aunque no por eso menos interesante.

Esta es Lila invitándonos a bailar y si bien Al chile está conformado en su mayoría por cumbias, tiene cinco momentos sobresalientes un poco alejados del género: “Cariñito” donde la producción y sonidos electrónicos de Camilo Lara (Instituto Mexicano del Sonido) la llevan a otro nivel, “Son del chile frito” —que bien podría ser su nueva “La cumbia del mole”—, y dos colaboraciones que son magníficas, “Dear Someone” con Norah Jones y “Sé feliz” con el buen Gepe, en ambas Downs demuestra que su voz es única, aunque ya no juega con ella como en sus previos discos. Al chile no es el mejor disco de Lila, pero ciertamente es un más que bienvenido nuevo miembro de su variante discografía.

VEREDICTO

8.6

Arreglos: 09

Voz: 08

Producción: 09

TOP 3. SUS MEJORES DISCOS

SHAKE AWAY

Escucha “Los pollos”

Con versiones en inglés y duetos con Mercedes Sosa y Rubén Albarrán.

LA CANTINA

Escucha: “Agua de rosas”

Un disco de corridos y electrónica. Una joya en una carrera extraordinaria.

ONE BLOOD

Escucha “Cielo rojo”

Los arreglos y líricas alternas de temas mexicanos en jazz, para disfrutar.

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