“Fue demasiado retador, pero se logró”, así define Coco Santos esa época pandémica que ahora parece distante, pero en su momento cimbró la vida del músico que, en compañía de Orlando Fernández, desde 2013 orienta su creatividad en un proyecto que en su esencia confronta lo estático, pues siempre explora y se reinventa: Clubz.
“Con los shows en línea estuvo padre la experiencia, y está mejor tener eso a no tener nada, pero me acuerdo la primera vez que hicimos uno y era triste no sentir el calor de las personas, la energía, y nos dimos cuenta que eso es fundamental para nosotros, se contagia esa reacción, nos llena de energía”, detalla el creativo, que este domingo 14 de mayo se energizará desde el escenario Shein del festival Tecate Emblema, en entrevista con MILENIO.
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Coco y Orlando iniciaron el viaje llamado Clubz en 2013 y al año siguiente, 2014, lanzaron su primer disco, Texturas, que tuvo un gran recibimiento, basta recordar que dicho material los coronó en las categorías Mejor álbum pop y Mejor artista nuevo en la edición 2015 de los extintos premios Indie-O Music Awards (IMAS).
“Desde ese entonces hasta marzo de 2020 tuvimos una etapa donde fuimos creciendo; de llenar primero Imperial a luego irnos al Plaza Condesa, que precisamente fue antes de que nos confinaran a todos (5 de marzo de 2020)”, recuerda Coco, regio de nacimiento, pero creativo universal, como el nombre de la agencia musical de la que es director (Turista Universal).
2020 pintaba para ser un año asombroso para el dúo, que ostenta una paleta musical que va del funk a la electrónica en su modalidad dance, pero el covid-19 cambió los planes de golpe, así que los integrantes frenaron la creación de su nuevo material – “que aún no ha salido” – para enfocarse en sus familias y sus empresas. “Pasamos cosas muy difíciles”, rememora Coco.
Aunque este parón de la vida no significó un silencio absoluto: en 2021, Clubz lanzó dos tracks, Estadio Estudio y Meteoro: “Para la gente muy clavada con el proyecto son sus canciones favoritas, pero a nivel masivo no fueron canciones que se movieron mucho. Entonces, tenemos fe que se puedan mover ahorita, porque en lo personal son canciones que nos encantan”.
Ya en 2022, la “magia” volvió con la apertura gradual de foros y festivales. “Regresar a los shows y ver los lugares llenos nos regresó la energía para seguir componiendo el nuevo disco”, afirma.
Entonces, Coco reflexiona sobre el sentido de hacer música: “Es como comer, tenemos que hacerlo porque nos encanta, es algo que nos ha acompañado toda la vida, es gasolina para nosotros, cada vez que nos encontramos una canción nueva es un regalo de la vida”.
De esta necesidad por convertir ideas en sonidos, el dúo recientemente lanzó Cortes Modernos, tema que en principio tenía una estructura "más lounge, más dance", pero paulatinamente devino en algo "más nocturno, más íntimo".
"La letra trata de una relación entre dos personas: una tiene seguridad y la otra tiene un vacío, lo que genera toxicidad en la relación porque al final la persona segura tiene este dolor porque la otra persona hace la relación más dolorosa", revela el músico.
Sobre el uso del auto-tune en la voz, confiesa que fue adrede porque querían asomarse al flow urbano, "y creo que quedó justo en el punto, porque no se siente que nos estamos subiendo a un barco, es darle un twist a nuestro estilo".
¿Y qué valores han permitido que el proyecto, con una década de vida, se mantenga en el gusto de los escuchas y, sobre todo, con un sonido fresco? Coco responde: “Paciencia, definitivamente. La verdad todo el tiempo estamos tirando ideas, las escuchamos muchas veces y así vamos decidiendo, porque todo tiene que transmitir las sensaciones que tenemos en mente. Las personas que trabajan con nosotros tienen que ser muy pacientes porque exploramos mucho, las canciones nos tienen que encantar”.
Tras esto, la artista de 34 años confiesa que el éxito dentro de Clubz es “cuando logramos satisfacernos a nosotros mismos, cuando una idea funcionó como la estábamos imaginando”. Mientras que el fracaso lo conciben como sumergire en el ego y dejar de pensar en lo suyo para compararse con los demás.
“Claro que es parte de la aventura y lo tienes que vivir, y como no te gusta es meterle un esfuerzo doble para salir de eso y regresar a uno mismo; como un caballo, sin voltear a ver a los lados”, agrega.
Por último, el 1/2 de Clubz dice que el mayor goce de hacer esto - esto: el subirse a un escenario, meterse a un estudio de grabación, convivir con fans, lanzar un disco, rehacer una canción, ir de tour por México y por otras latitudes - es... ¡Todo!
"Es gasolina para la vida, es algo que no necesitamos nada más. Ese respeto de lo que hacemos es una satisfacción que no tiene precio".
Dragon Ball, la inspiración de Coco Santos
Gokú y sus amigos - y enemigos - son una fuente de inspiración para el músico de Clubz, así lo revela: "Es una historia muy larga y todo tiempo hay obstáculos, pero trata sobre cómo resolverlos, cómo hacerte más fuerte, cómo tener paciencia y disciplina; a mí me causa mucha motivación que siempre encuentran la manera, las respuestas, la forma de evolucionar más"."En 2020 me aventé todo Dragon Ball Super y entendí por qué me gustaba tanto: no nada más los poderes, sino todo lo que representa, lo que significa, sufres y te emocionas con el personaje, hasta te enojas. Es algo padre que en lo personal puedo relacionar con cómo me motivo".
hc