Edith Márquez enamoró anoche a siete mil tapatíos que acudieron a una espectacular y versátil velada musical que inició con la interpretación de “Desvísteme”. La diva emergió de un gran telón blanco, con un atuendo dorado y la primera coreografía para encender los ánimos de sus fans y ofrecer una retrospectiva musical de su trayectoria.
Continuó con “Por hablarle de ti” ahora ella sola sin bailarinas. Para después dar paso a “Dejémoslo así”, un tema que prácticamente entonó el público en gigantesco coro. Luego de “No te preocupes por mí”, hizo un paréntesis para agradecer a los asistentes su presencia.
Dedicó un espacio a realizar un pequeño homenaje al músico español Juan Carlos Calderón con el Popurrí Calderón, que incluyó temas que ha hecho famosos Luis Miguel, tales como “La incondicional”, y “Tengo todo excepto a ti”, entre otras, luego cantó “Aprende de mí” y “En una de esas”.
Márquez fue el ángel que desapareció y volvió aparecer en el escenario con diversos atuendos. Vestida de negro con lentejuelas y plumas, y evocando una atmósfera de cabaret recreó “Cuando grita la piel” y “Secreto de amor” que provocó gritos y ovaciones entre los miles de asistentes que bailaron a su ritmo.
La mayoría del público eran mujeres entre los 25 a los 50 años. No faltó “Ese Beso” que volvió a unir a miles de voces en una sola, un momento que Márquez aprovechó para brindar su apoyo a la comunidad LGBTTTI.
Después de la ya clásica “Mi error mi fantasía”, interpretó también un puñado de temas de que cantó como integrante de Timbiriche: “Tú y yo somos uno mismo” “Ámame hasta con los dientes” y “Besos de ceniza” por mencionar algunos. A esas alturas del concierto Márquez, desapareció del escenario una vez más y con un atuendo blanco, y acompañada de mariachi cantó “El viajero” y “Guadalajara, Guadalajara”, en una noche que por momentos pareció interminable.