Un reencuentro. Un reencuentro de banda, de amigos, dijo Mauricio Durán durante el concierto de Los Bunkers en Ciudad de México. Después de un largo tour, el grupo chileno llegó a la capital del país para cumplir la meta de pisar el Palacio de los deportes por primera vez.
Por extraño que parezca para un grupo con poco más de quince años de carrera, además de una inmensa aceptación en México, Los Bunkers no pisaron el escenario del 'palacio' hasta la noche del 13 de julio. Un viernes 13 que ahora sólo fue de buena suerte. Y aunque mucho del contexto que rodeó esta presentación estaba enfocado en el 'reencuentro' del grupo, para los fans también fue algo similar.
Miles de personas en un Palacio de los deportes a reventar, completamente lleno, gritaron gran parte del repertorio que Los Bunkers prepararon para esta ocasión especial; en más de una ocasión se aclaró que el concierto en Ciudad de México sería muy similar a uno que dieron recientemente en el Estadio Nacional, en Chile. Una recopilación de grandes éxitos, pero con un importante enfoque en "Noviembre", su álbum más reciente.
"Este ha sido un tiempo y un año especial para nosotros porque ha sido un tiempo de reencuentro de amigos, de banda, de trabajo. Hemos podido recorrer gran parte de México y esta noche es una celebración", dijo Mauricio Durán antes de "Te vistes y te vas", al principio del concierto.
El público saltó en sus butacas y en pista general. Canciones como "Una nube cuelga sobre mí" inspiraron la participación de la audiencia, que levantó pequeños carteles con la expresión "Oh" impresa en partes específicas de la canción. "Miéntele" y "No me hables de sufrir", dos clásicas de su discografía, marcaron el compás del resto de la noche y regresaron al público hasta aquellas primeras presentaciones de Los Bunkers en México en foros como el difunto Plaza Condesa.
Y no era difícil ver el impacto del grupo chileno en nuestro país. Durante las canciones, además de todos los asistentes, trabajadores del Palacio de los deportes - vendedores, staff, seguridad y demás - deambulaban entre la gente cantando las canciones más populares con una sonrisa. Con un ojo al cliente y el otro al escenario. "¡Cerveza! ¡Cerveza! ... fueron las canchas donde corrí. El picaporte de la puerta que no abrí... ¡Refresco! ¡Cerveza!".
Álvaro López y Francisco Durán protagonizaban canciones como "Quién fuera" y "Ángel para un final" (ambas de su disco tributo a Silvio Rodríguez); "Ahora que no estás" o "Bailando solo", puntos altos de la noche; mientras que Mauricio Durán y Gonzalo López mantenían la canción estable. Pero fue Cancamusa quien se llevó gran parte de las miradas. Natalia Soledad Pérez Peralta, mejor conocida como Cancamusa, se unió a Los Bunkers hace poco tiempo como relevo de Mauricio Basualto, y cada asistente podría atestiguar que no decepcionó. La percusionista y cantante canalizó la esencia de sus compatriotas e incluso resaltó por sus propios méritos artísticos.
Así fueron pasando los minutos. Algunos llenos de música, luces y baile. Otros acompañados por una orquesta mexicana y algunos invitados - destacó la presencia de Emmanuel del Real, Meme, para "Si estás pensando mal de mí" -, y poco a poco fue llegando a su fin una noche icónica en la relación de México con Los Bunkers, que se coronó al ritmo de "Ven aquí", "Y volveré" y, la más esperada por muchos, "Llueve sobre la ciudad".
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AMG