En nuestro afán por lograr entendernos como especie, uno de los cambios ideológicos más importantes de los últimos años ha sido la evolución de las relaciones interpersonales, particularmente las amorosas, a raíz de la influencia de los nuevos contextos y las nuevas herramientas digitales que facilitan la comunicación. La puesta en escena Trudy y Max se enamoran, que se presenta los martes en La teatrería, retoma ese diálogo y lo presenta como una pregunta: ¿cuándo fue la última vez que nos sentimos así?
“Es una obra muy milenial. Está escrita por una milenial, Zoe Kazan, y se enfrenta a estos conflictos y dilemas en las relaciones amorosas”, explicó Zayda Aullet en entrevista con MILENIO. “La gente sale divertida, pero también conmovida. Siento que es una obra que conecta a partir de la comedia, pero una comedia que tiene mucha verdad”.
A través de la pantalla Zayda e Ignacio Riva Palacio hablaron de Trudy y Max se enamoran, que ha vivido una exitosa temporada y a partir del próximo martes, 30 de julio, entra en su recta final con tres funciones más. Zayda, quien interpreta a ‘Trudy’ en la obra, considera que este texto puede conectar enfáticamente con la audiencia femenina, pero no descarta que los hombres salgan conmovidos y con nuevos planteamientos.
“Pienso que le puede hablar un poco más a las mujeres, porque es la historia de ella (Trudy); tiene estas sesiones con el terapeuta y está un poquito más desarrollada esa parte. Desde mi perspectiva, siento que las mujeres conectan mucho con la historia. Los hombres también, pero las mujeres salen un poquito más movidas”.
La razón principal de esta apreciación se encuentra en uno de los puntos narrativos que desatan los acontecimientos de la ficción: “En esta obra una de las partes centrales es que habla de una infidelidad femenina. Ese es un camino poco explorado, no sólo en el teatro, sino como sociedad. Hablamos de la infidelidad quizá como más global, pero el centro de esta historia cruza por una infidelidad femenina (...) La obra habla con mucha franqueza de lo que le pasa a este personaje al estar en una relación y desear estar con otra persona. Ahí está el dilema”.
Trudy y Max se enamoran se desarrolla en Nueva York, Estados Unidos, y es a través de la planeación escénica (y la magia del teatro), que el público podrá visitar distintas locaciones de ‘la ciudad que nunca duerme’. Para Ignacio Riva Palacio la obra se convierte en un microscopio de lo que como sociedad pensamos de una relación amorosa contemporánea y, aunque puede que no conecte completamente con las generaciones más veteranas, es un gran discurso para las personas que actualmente están definiendo qué es conectar y qué es el amor.
“Trudy y Max se enamoran retrata perfectamente una relación amorosa de hoy en día, donde estamos inmersos en las apps, en un ritmo de trabajo vertiginoso en donde nuestra prioridad es ganar dinero, producir, llegar a números, ventas, estar en el ‘top of mind’ de todo el mundo… Esas son las prioridades humanas hoy en día, pero ¿dónde queda el amor? ¿Dónde podemos darle espacio y cabida al amor?”, se preguntó el actor durante la entrevista.
“Siempre idealizamos las relaciones. Idealizamos cualquier encuentro amoroso con alguien más y queremos quedarnos con esa persona por siempre. Me parece que no. Que el amor puede que no sea para siempre y tienes que disfrutar y agradecer. Eso es a lo que te invita Trudy y Max se enamoran: a cuestionarte tus relaciones amorosas”.
La pausa, los nuevos hábitos teatrales y las redes sociales en el teatro
Hoy en día vivimos un conflicto de ideas importantes en relación a los hábitos de las audiencias; por un lado, sufrimos con quien decide contestar un mensaje a la mitad de una película en el cine, por otro, compartimos lo que vemos como una forma de identificar nuestra identidad y compartirla en sociedad. Pero, ¿estas dinámicas también forman parte del quehacer teatral? Zayda Aullet e Ignacio Riva Palacio consideran que sí, que el cambio en los hábitos de consumo del público teatral ya es parte fundamental de la existencia y permanencia del mismo.
“Los cambios en los hábitos ya sucedieron”, comentó Zayda. “La verdad es que el teatro vive mucho del boca en boca y ese boca en boca se está viviendo en redes sociales y sí ayuda. Dedicándome a esto, no lo hago durante la función, pero siempre intento tomar una fotografía de la función a la que voy para recomendarla, subirla a ‘stories’, porque de eso es la estrategia para que llegue más gente al teatro”.
A lo que Riva Palacio añadió: “Las redes sociales son un arma de doble filo porque ahora nosotros nos comunicamos con el público por medio de las redes sociales, donde ponemos promociones, descuentos, actividades, dinámicas y demás. Es una nueva manera de comunicarse con el público, pero también es una manera de distanciarte de él”.
Estos cambios no sólo están en la forma de ver, sino también en la manera de crear; las redes sociales han propiciado, y se han aprovechado, en la pérdida de retentiva y atención que tenemos hoy en día. Las facilidades tecnológicas ha impactado nuestra forma de leer, de escuchar música, de ver videos y del ‘multitasking’.
Es fácil ver que la industria musical se ha adaptado a esto apostando por la producción de canciones cortas que puedan entrar fácilmente en plataformas como Tik Tok o Instagram. Las interfaces de cualquier dispositivo te permiten, y muchas veces te incentivan, a trabajar mientras ves videos, a navegar por la red mientras hablas con alguien por videollamada, etcétera. Y, de acuerdo con Zayda Aullet, esto también llegó al romántico acto de crear una experiencia teatral.
“En esta obra hubo un momento en el que pensamos “esto está durando mucho, ¿no?”, el tema de la inmediatez, de que no podemos enfocarnos durante tanto tiempo. Pero también creo que la experiencia del teatro es una experiencia que nada la va a reemplazar, que estar en comunidad es una experiencia un poco religiosa. El teatro es vivo, estamos sintiendo todos al mismo tiempo”, declaró la actriz.
Como un acto de comunión, un “acto de rebeldía”, ambos actores invitaron al público a experimentar las últimas funciones de Trudy y Max se enamoran y regalarse la oportunidad de vivier una experiencia en conjunto y a no “ponerse pausa” durante la ficción: “Ya decía Peter Greenaway, que la muerte del cine fue cuando crearon la pausa. Eso no sucede en el teatro. La invitación al público es que no se pongan pausa ellos mismo en ese viaje que ya comenzaron sacando su celular. Entremos en esta ficción para ver la historia durante dos horas”.
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CLAVES
- La obra tendrá tres funciones más en La Teatrería a las 20:30 horas. Todos los martes hasta el 13 de agosto, con la participación de Zayda Aullet, Miguel Soto, Ignacio Riva Palacio y Mariana Cabrera.
- Trudy y Max se enamoran cuenta con una playlist especial diseñada por su directora, Yulleni Vertti, y una identidad sonora bajo la dirección de Mariana Batista. La playlist está disponible a través de un QR en las redes de la obra.
AMG