Kate del Castillo enfrenta lo que califica como el mayor reto de su carrera: una obra off-Broadway, unipersonal y en inglés, sobre los feminicidios en Ciudad Juárez, que debuta la próxima semana.
The way she spoke, de Isaac Gómez, es una pieza documental dentro de otra: Del Castillo da vida a una actriz que lee la obra de un amigo dramaturgo y se va sintiendo cada vez más afectada a medida que se va metiendo en sus personajes.
Creada a partir de entrevistas que Gómez realizó a madres de mujeres desaparecidas, ex convictos, periodistas, docentes y otros en Juárez, busca darle voz a personas que el autor dice que han permanecido por años silenciadas.
“Ha sido una suerte que Isaac, el escritor, haya pensado en mí”, dijo Del Castillo en una entrevista reciente con The Associated Press.
“Cuando la leí pues me quería yo morir. Yo dije ‘Guao, Dios mío’. Me pegó tanto, me afectó tanto. Por el hecho de ser una mujer, mexicana y con un tema que nos duele tanto a los mexicanos, me pareció una oportunidad gigantesca y sin duda el reto más grande de mi carrera”.
La obra, dirigida por Jo Bonney, se estrena oficialmente el 18 de julio en el Minetta Lane Theatre de Manhattan, donde estará en cartelera hasta el 18 de agosto, pero las funciones de preestreno comienzan este lunes. También estará disponible más tarde en audio descargable a través de una iniciativa de Audible Theater, que además produce la puesta.
“Está tan bien escrita. Es un viaje muy profundo, de mucho dolor”, dijo la estrella mexicana de La reina del sur, quien ya había actuado en la película de 2017 sobre los feminicidios en su país, “Bordertown”.
Del Castillo destacó el reto adicional de presentarse en Nueva York: “No es lo mismo que estar en Los Ángeles. Las críticas son otro nivel, con audiencia americana”.
Y al preguntarle si se sentía ya lista y preparada, respondió “no, para nada”, antes de soltar una carcajada. “Yo creo que nunca voy a estar lista. Siempre vamos a querer los actores más tiempo para prepararnos”.
Aunque no hay datos estadísticos oficiales, el fenómeno de los feminicidios en Ciudad Juárez, que comenzó en la década de 1990, suma algunos centenares de víctimas.
Gómez, quien nació en El Paso, Texas y creció cruzando la frontera a Juárez los fines de semana para visitar a sus primos, cuenta que apenas se enteró de estos crímenes no esclarecidos mientras estudiaba en la universidad en Austin y que se sintió “horrorizado” y “avergonzado”.
“Llamé a mi mamá y le pregunté, ‘¿sabes de las desaparecidas?’ Y me dijo ‘claro, todo el mundo sabe de eso’. En ese momento se me hizo muy claro que de hecho no todo el mundo lo sabía, sino que en su mayoría las mujeres lo sabían”, dijo. “Fue la primera vez que sentí un dilema como hombre sobre algo que debí haber sabido... Se volvió muy importante para mí volver a Juárez como adulto y verlo por mí mismo”.
En apenas dos días, dice que logró hacer todas las entrevistas necesarias:
“La gente estaba tan sedienta de hablar, pues ha sido silenciada por el gobierno, por la policía, por sus propias familias, por la sociedad. Estaba realmente deseosa de que sus historias fueran escuchadas”, relató.
Y escribió no una sino dos obras. The way she spoke es de hecho una pieza que acompaña a La ruta, estrenada previamente, en la que seis mujeres dramatizan las historias que escuchó.
Como un gay mexicano que creció rodeado de mujeres, el autor dijo que a éstas les debe toda su existencia. “Yo no estaría vivo si no fuera por ellas, así que esta y todas mis obras centradas en las experiencias de las mujeres mexicanas son mis cartas de amor para ellas, mis notas de agradecimiento”.
Para Bonney, aunque la obra es específicamente sobre los feminicidios en Ciudad Juárez, el tema es lastimosamente universal, por lo cual calificó como "una responsabilidad y un honor” ayudar a llevarla a las tablas.
DIGL