Al día siguiente de terminar con la promoción de Roma, Marina de Tavira comenzó los ensayos de Tragaluz, una puesta en escena donde comparte créditos con su pareja, Rafael Sánchez Navarro, y está bajo la dirección de su tío, el maestro Luis de Tavira.
“Es una obra de familia, por supuesto, y si atendemos la historia del teatro en el mundo, habrá mucho de eso, porque es un oficio que se hereda de generación en generación. La música la hace mi primo Pedro de Tavira, es la quinta obra que hago con Rafa y la séptima en la que tengo el honor de trabajar con mi tío Luis, quien ha sido mi maestro de actuación y de vida, así que hemos ido construyendo una gran complicidad”, expresó la actriz durante la presentación del proyecto.
La obra, escrita por el dramaturgo británico David Hare, tendrá una breve temporada en la Casa del Teatro de Coyoacán, lugar donde Marina estudió y después dio clases de actuación. “En este foro hice mis primeros ejercicios de actuación y es un privilegio volver a él, porque aparte tiene las características que requiere este espectáculo que quisimos fuera pequeño e íntimo”, dijo.
“Además, esta obra tiene un tipo de dramaturgia que me atrae mucho; cuando la leí, me pareció que es de una enorme exigencia para el actor y que tiene un discurso que plantea preguntas fundamentales sobre la pasión, el amor, la forma de ver el mundo, la economía y la sociedad en general”, agregó.
LA VIDA DESPUÉS DEL OSCAR
Sobre los cambios que ha tenido su vida, tras la nominación al Oscar como Mejor Actriz de Reparto, por Roma, Marina dijo estar feliz de volver a la normalidad. “Estar bajo la mirada de todos para mí es una excepción que viví por un proyecto en particular y, lo que más atesoro de Roma, es haber sido parte de esa obra. El asunto mediático fue parte del proyecto, me entregué, me divertí, pero al día siguiente puse en práctica las cinco reglas que han regido mi vida: trabajar, trabajar, trabajar, trabajar y trabajar”, afirmó convencida.
Además dijo no envidiar las campañas publicitarias y el fenómeno mediático en el que se ha convertido Yalitza Aparicio, pues su pasión, dijo, es el teatro. “Esto es lo que llevo haciendo por años y me siento muy afortunada de poder seguir haciéndolo”, concluyó.
Por su parte, el actor Rafael Sánchez Navarro se dijo orgulloso de su mujer. “Me pareció maravilloso su trabajo en Roma y cómo manejó ese torbellino mediático (...) Nos entendemos muy bien en escena, tenemos el mismo respeto y mística por nuestro trabajo, además hay mucha química entre nosotros, así que es un placer trabajar con ella”, comentó el histrión.
El maestro Luis de Tavira también se dijo feliz de participar en este montaje. “Tragaluz es una de las obras más consistentes; mientras el ser humano pueda ser espectador de su acontecer y de su crisis, habrá esperanza”, aseveró.
CLAVES
¿YALITZA, AL TEATRO?
Ante el cuestionamiento de si trabajarían juntas en un montaje, Marina dijo: “Si ella quiere, por supuesto”.
PRODUCTORA
Esta es la sexta producción de Incidente Teatro, empresa de De Tavira y Enrique Singer, y la obra celebra los 40 años de Rafael Sánchez Navarro sobre los escenarios.