Alejandro Speitzer, más allá del símbolo sexual

Edición Fin de Semana

El actor, junto con Maite Perroni, ha demostrado que ‘Oscuro deseo’, el ‘thriller’ erótico de Argos para Netflix, es lo que la gente quería ver, y por ello el mundo se detuvo a ver quién es este hombre.

Su esencia lo ha llevado a convertirse en uno de los ‘sex symbols’ de nuestro país. (Especial)
Trabajó mucho con los silencios y las miradas. (Especial)
Afirma que la televisión ha sido doble cara. (Especial)
La serie tiene esa carga social, le pone nombre a las cosas. (Especial)
Ciudad de México /

Es difícil para muchos procesar que al hombre que está generando suspiros alrededor del mundo por su personaje de Darío Guerra en la serie Oscuro deseo, lo vimos por primera vez hace más de dos décadas en Plaza Sésamo. Para muchos, Alejandro Speitzer es un éxito de la noche a la mañana. Sí, de esos que han tomado toda una vida en ocurrir. Pero, ¿cómo conciliar la imagen de ese niño que vimos crecer en la televisión, con el sensual psicópata que ahora se está apoderando del interés a escala mundial? Platicamos con él y esto fue lo que nos dijo:

“Sí, la gente que lo sabe se da cuenta que son muchos años. Y lo único que me da a entender esto es que el esfuerzo siempre tiene sus recompensas”.

Sin duda, una de esas recompensas ha sido seguir los pasos de su hermano, quien fue el primer actor de la familia, y lograr una carrera sólida, sin escándalos, en la que pasó de estrella infantil a juvenil en varias telenovelas y ahora a ser uno de los jóvenes más buscados por productores de la talla de Epigmenio Ibarra y Manolo Caro.

La serie tiene esa carga social, le pone nombre a las cosas. (Especial)

Por todo eso, la primera pregunta es fácil: ¿Qué hiciste bien, Alejandro?

“Pues la que lo hizo bien fue mi madre. Es un mérito que tengo que darle a ella. De no haber estado ella ahí, tal vez hubiera sido otra historia. Y con el paso del tiempo, más como actor, pensando en las cosas que he podido hacer bien, es tener mucha paciencia, entregarme por completo, disfrutar, al final de nada sirve todo esto si no lo disfrutas. En un tema personal, ser una persona sana, tener una vida fuera de todo esto, se lo debo a mi mamá”.

Oscuro deseo rompe con muchas de las reglas de lo que antes se pensaba que el público espera de la televisión. Y sí, a pesar de ser un thriller con algunos personajes verdaderamente retorcidos, tiene esa carga social de ponerle nombre a las cosas. Así, como cuando Alma Solares, el personaje de Maite Perroni, explica lo que es el feminicidio en los primeros capítulos, Speitzer tiene muchos temas y causas en la mente que, lo sabe, podrá llevar a un foro de discusión enorme por la plataforma que este éxito le está generando.

“Por supuesto, el machismo, toda la violencia que hay contra las mujeres. También el tema de los animales me mueve mucho. La inseguridad en nuestro país, hay tantas cosas a las que quiero sumarme y darles voz”.

Afirma que la televisión ha sido doble cara. (Especial)

Poco ante de realizar la entrevista con Alejandro, buscamos al productor Epigmenio Ibarra para que nos diera un comentario sobre su antagonista. Con entusiasmo nos contó: “Lo que yo veo, la lectura que tengo es que Oscuro deseo, como en su momento Mirada de mujer y Las Aparicio, recupera el papel protagónico de la mujer y hace un reclamo profundo de su derecho al placer. Alejandro es un personaje y una persona profundamente entrañable. Hay delicadeza y belleza en su sexualidad, en su aproximación a Alma (Perroni) que se vuelve icónico de lo que las mujeres buscan, y lo que los hombres, despojándonos del machismo, quisiéramos. El sexo no como esa cosa brutal de ‘te aviento y te arranco la camisa’, sino con una ternura y una delicadeza y un respeto que lo hace mucho más sensual. Y Alejandro tiene esa capacidad”.

Al comentarle esto a Alejandro, no dejó pasar la oportunidad de agradecer que todo el equipo de Argos, incluyendo a los dos directores de la serie, Pitipol Ybarra y Kenia Márquez, haya visto esto en él, ya desde hace tiempo.

Trabajó mucho con los silencios y las miradas. (Especial)

“Debe ser como la cuarta vez que trabajo con Epigmenio, pero estas últimas dos ya más a fondo, más como protagonista. Ha sido increíble conmigo, siempre respetuoso, y me atrevería a decir que hasta amoroso”.

Al pedirle hablar un poco del antes y después de esta serie, dice: “Tengo un tiempo pensando que he tenido varios ‘antes y después’, y eso me ha ayudado mucho a ir asimilando las cosas. No es que de la noche a la mañana pasó todo. De repente pasé de ser un niño actor, a ser un actor juvenil, tuve varios proyectos que por suerte fueron exitosos. Y luego llegó esta etapa en la que tuve la suerte de hacer personajes que eran mucho más maduros, con un tema actoral más profundo”.

Y ahora sí. A preguntarle lo que tanto está causando furor. La sensualidad que proyecta en la pantalla y el porqué no veíamos personajes así en producciones de nuestro país. Alejandro es muy claro al respecto.

“Mira, te podría endulzar la respuesta, pero la verdad es que la televisión ha sido muy doble cara. De repente ver muertes, drogas, violencia y de repente espantarse por un tema sexual o erótico, me parece doble cara”.

Su esencia lo ha llevado a convertirse en uno de los ‘sex symbols’ de nuestro país. (Especial)

Y respecto a su tan importante lugar en una serie que pone el derecho de la sensualidad y sexualidad femenina al frente, así lo vive: “Es que siempre debió ser así. Me parece importante que historias como esta se aborden desde esa igualdad. Así como el hombre puede sentir algo, la mujer también, sin estereotipar. En mi caso, es un personaje muy complicado para mi, tuve que trabajar mucho con los silencios, las miradas, y me parece que se pudo lograr una gran montaña rusa. Al final, el personaje deja claro que no hay excusas para lo que hace. Es violento, es obsesivo y al final del día queda claro que eso no era amor”.

Y ADEMÁS

MANOLO CARO Y ESPAÑA 

“Tuve la oportunidad de viajar a España y trabajar ahí con Manolo Caro, seguramente en los próximos meses ya podré contarles un poco más. Fue pararme en un set con actores de una calidad que vengo soñando desde hace mucho tiempo, y sucedió antes de lo que imaginaba. Mi personaje no se parece en nada al de Oscuro deseo”.


  • Susana Moscatel
  • 25 años de periodista y conductora de entretenimiento. Ha publicado tres libros, traducido 18 obras y transmitido el Oscar y el Tony, entre muchos otros. Escribe de lunes a viernes su columna Estado fallido.

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