Alfonso Cuarón. “Yo no sé hacer televisión”

Desprecio (Disclaimer) es un thriller que nace de la brillante novela de Reneé Knight donde con cada página crea una nueva sorpresa sobre lo que realmente le está pasando a los personajes. La serie, dirigida y adaptada por Alfonso Cuarón, aprovecha desde las distintas voces que cuentan la historia hasta de nuestros propios prejuicios para no dejar de sorprendernos.

En exclusiva con el doble ganador del Oscar, exploramos la idea de que nuestras peores equivocaciones no siempre están en el pasado. 

“Los errores los seguimos cometiendo, y únicamente cambian las formas de cometerlos. Es de lo que trata también Disclaimer”, reflexionó.

Perseguida por un libro

La historia es la de una mujer, Catherine Ravenscroft (Blanchett), quien tiene un secreto que reaparece en su vida a modo de un libro que no solo sabe lo que ella desesperadamente ha querido ocultar, sino que la comienza a perseguir en todos los ámbitos de su vida: como periodista, esposa y madre.

Sobre los diferentes estilos de narración esto nos explicó Alfonso: 

“Es algo que quería explorar hace muchos años: la relación entre los distintos tiempos, las distintas personas en una narrativa. Hay estas voces en off: una voz que es en primera persona, otra en segunda persona, y la última en tercera persona. Entonces son claramente distintas y contrastadas. Además, es la narrativa que sucede en una novela. Y cada una de estas tiene una distinta forma y un distinto lenguaje fílmico. Es la combinación de esa información que se le está dando al público, en donde la narrativa más importante es la misma que se está creando frente a los hechos que están habiendo”.

¿Hay una verdad objetiva en la historia de Catherine? Eso solo se puede saber con el proceder de los capítulos, parte de la experiencia es precisamente observarnos a nosotros mismos y las cosas que asumimos con la información que nos van dando, poco a poco. “Bueno, es que hay que ver la percepción que tienes de esas narrativas, filtrada por tus juicios; eso es lo que está creando las conclusiones que tú vas tomando en el camino”.

Proceso agotador

Tanto en el Festival de cine de Toronto como en Venecia, Cuarón ha destacado que no sabía del todo en lo que se estaba metiendo, y llevando consigo a tu enorme equipo, al decidir narrar esta historia de esta manera precisamente.

“Es que yo no sé hacer televisión, no lo digo con orgullo; no tengo el conocimiento para hacer televisión, es toda una metodología muy distinta que yo admiro, pero en realidad ya estoy viciado por mi propio trabajo de cine. Yo solo sé hacer cine —confesó el director de cintas como Gravity y Solo con tu pareja—. Así nos acercamos a este proyecto, la mayoría de los actores también lo único que habían hecho era cine, mis colaboradores más cercanos desde el Chivo y Bruno Delbonnel, la vestuarista, solo hemos hecho cine. El proyecto tuvo un costo porque la metodología de la televisión tiende a ser mucho más que la del film”.

Y añadió: 

“Yo me tomo más tiempo haciendo cosas y con archivo a más, en donde estamos constantemente explorando y refinando decisiones dentro de cuadro, puesta en escena, iluminación, para tratar de crear una información visual de algo que va más allá que el diálogo mismo. Entonces, eso requirió más tiempo, a costa del cansancio de todos los colaboradores, pero sobre todo, de un cansancio emocional de los actores por tener que coexistir con estas personas que están haciendo”.

Leila Geroge es la actriz australiana que interpreta a Catherine (Blanchett) en su juventud, cuando su matrimonio era joven y se queda sola con su pequeño hijo en unas vacaciones de playa. Por este motivo las cosas acaban ocurriendo como ocurren y a partir de lo vivido en esos tres breves días, como y donde los vivió, su vida y su secreto cambian para siempre.

La actriz habla de su experiencia con el director mexicano y con Cate Blanchett para lograr interpretar a la misma mujer en distintos momentos y formas.

“Desafortunadamente yo entré a la producción ya tarde, cuando Cate había acabado de filmar casi todas sus escenas; tuve un día en el que marcamos algunas escenas, para ver qué ideas podría aportar ella. Y yo vi algunas de sus escenas para entender qué estaba haciendo físicamente. Trabajamos con el mismo coach de diálogo, así que tuve esas herramientas. Por otro lado, tenía mucha libertad, porque en cierta forma es una versión muy diferente a ella, no quiero decir mucho para que lo descubran con la serie, pero sí, fui libre”.

“Cada versión de estos personajes que vemos en Desprecio ve a los demás de manera distinta; el público también tendrá distintas percepciones de ellos”, explicó sobre los protagonistas de la serie.

Sobre el director Alfonso Cuarón, la australiana afirmó: 

“Él es tan amable y maravilloso. Es un genio en el mejor momento de su arte; todo lo que toca se vuelve oro. Trabajar con alguien en quien puedes confiar al cien por ciento es tan liberador porque dejé atrás cualquier necesidad de protegerme como actriz; no hubo nadie diciéndome que hiciera algo con lo que no estuviera cómoda. Cuando Alfonso da una dirección la tomas, porque sabes que nunca va a hacer que te veas mal. Eso es algo enorme en esta industria. Y solamente el trabajar con alguien que busca la colaboración de todos para hacer lo mejor, su prioridad es saber cómo hacer lo mejor de lo que tenemos, y trabajar con alguien que está tan emocionado por hacer las cosas así, es una adrenalina que no puedes comparar con nada”.

evt