Cerca del final de la segunda temporada de 'House of the Dragon', la serie continúa sorprendiendo a los fanáticos de la saga creada por George R. R. Martin, llevando la lucha de los Targaryen a un punto de no retorno.
Las consecuencias de las bajas sufridas en el capítulo anterior están haciendo efecto en ambos bandos, mientras la trama avanza inexorablemente hacia un desenlace cada vez más tenso.
La historia está inclinando la balanza a favor de uno de los equipos, otorgándoles una ventaja evidente. Sin embargo, esta ventaja no garantiza un futuro próspero para Westeros, atención que hablaremos con Spoilers.
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¿Qué pasó en el quinto capítulo?
En el quinto capítulo de la serie, la trama se intensifica con la llegada de Sir Criston Cole y su ejército a King's Landing, portando la cabeza del dragón Meleys, perteneciente a la princesa Rhaenys, quien falleció en un enfrentamiento previo con Aemond y Vhagar.
A pesar de las expectativas de una bienvenida triunfal, los ciudadanos de la capital ven la cabeza del dragón como un mal presagio, según palabras de Gwayne Hightower.
Dentro de la Fortaleza Roja, Alicent Hightower ve llegar al ejército de Cole junto a una misteriosa caja que llega con el ejército, mientras Aemond la acompaña.
Dentro de esa caja, se encuentra el rey Aegon, quien está gravemente herido por quemaduras severas y la armadura incrustada en su piel, poniendo en duda su supervivencia según los maestres que acuden a atenderlo.
Alicent, frustrada, busca respuestas de Sir Criston Cole sobre lo sucedido en la batalla y el estado del rey Aegon, quien se limita a describir los horrores presenciados y la trágica muerte de Sunfyre, el dragón de Aegon, durante el conflicto.
¿Qué pasa al final del capítulo?
Mientras tanto, en el bando de Rhaenyra, Lord Corlys Velaryon lamenta la pérdida de su esposa Rhaenys, agravada por la baja significativa que supone la pérdida del dragón más grande para el ejército de la reina. Esto genera cuestionamientos sobre el liderazgo de Rhaenyra por parte de su consejo.
Jace, decidido a actuar, planea una misión hacia Las Gemelas para persuadir a los Frey de apoyar a Rhaenyra a cambio de concesiones territoriales y protección.
Mientras tanto, Daemon intenta reclutar a los Bracken sin éxito, lo que lleva a enviar a Willem Blackwood con la orden de conseguir apoyo militar, incluso más allá de las órdenes oficiales.
En otro frente, el gusano blanco insta a Rhaenyra a ganarse el favor del pueblo de King's Landing, enviando a una espía en busca de una figura clave del pasado.
Mientras, en un emotivo momento, la reina conversa con Baela y rememoran los mejores tiempos de Rhaenys y la forma en que consiguió a su dragón, por lo que la reina decide apoyarse ahora en ella para convencer a su abuelo de unirse a su causa y nombrarlo la mano de la reina.
Corlys se niega en un principio, reclamando la muerte de su esposa, sin embargo Baela lo convence, diciéndole que ella quiere ver a Rhaenyra ascender al trono de hierro como Rhaenys tuvo que haber ascendido.
En Harrenhal, Daemon experimenta una alucinación con su madre, que refuerza su determinación por el trono de hierro pues le dice que Viserys siempre fue débil y no digno de la corona “a comparación de él”, aunque su autoridad se ve cuestionada por las acciones de los Blackwood en Riverlands.
La situación política se tensa aún más en King's Landing, donde el consejo debate sobre la regencia ante la incertidumbre sobre la recuperación de Aegon. Alicent propone su propio nombre, pero enfrenta la oposición del consejo, que termina eligiendo a Aemond como regente, desencadenando disturbios en la ciudad.
En medio de este caos, Rhaenyra envía a un miembro de su consejo a Harrenhal para investigar la lealtad de Daemon, mientras Jace propone utilizar los dragones a su favor, incluyendo al dragón Vermithor, reclutando a posibles jinetes descendientes de Targaryen para unirse a la causa.
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