A la par del arribo del covid-19 a México, Rosy Ocampo se dio a la tarea de realizar Vencer el desamor, la telenovela “más complicada” en su historial; la productora agradece el aprendizaje que le ha dejado “para hacer un contenido más relevante y la forma de hacerlo, teniendo como contexto la pandemia y todas sus complejidades”.
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Rosy ‘presume’ el efecto de su trabajo. Su telenovela Vencer el desamor ha estado en primer lugar a escala nacional, es la telenovela más vista en el prime time de la televisión abierta, y ha registrado un promedio de 3 millones y medio de espectadores.
“Estamos muy contentas, porque nos ha ido muy bien”, dice y reconoce que el contexto que vivimos ha ayudado a su éxito, pues la tv y el género que ella produce se ha convertido en un importante acompañante en el aislamiento. “En este momento en el que la pandemia ha hecho que a nuestro alrededor todo se vea tan oscuro, el melodrama es un espejo de la vida diaria que te refleja las problemáticas, los retos que estamos pasando, pero siempre tiene una visión esperanzadora, positiva”, dijo.
Aunque reconoce que no ha sido fácil, pues en el camino de la producción que comparte con Silvia Cano, ha tenido que sortear muchos obstáculos, debido al covid. “Ha sido la telenovela más complicada que he producido, porque el riesgo de contagio estaba latente todo el tiempo; a pesar de que aplicamos todos los protocolos y medidas de seguridad”.
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Sin embargo, ni así escaparon al virus: “Tuvimos actores que se contagiaron, Leonardo Daniel y Valentina Amuzurro; Leonardo se complicó al grado de que estuvo en terapia intensiva varias semanas, y decidimos integrar a otro actor (Marco Trevino) en su lugar, pero no cambiamos la historia por respeto al público”.
La situación generó un problema: “Tuvimos que repetir más de 100 escenas que estaban grabadas y salteadas en capítulos, fue un trabajo complejo para el equipo de actores y técnicos, pero salimos avante. Ya terminamos de grabar y todo mundo en su casa”, enfatizó Rosy, quien ya piensa en su siguiente producción.