Para la productora Rosy Ocampo es tiempo de iniciar la grabación de su nuevo melodrama Vencer el desamor; han pasado cuatro meses de preproducción, justo desde que comenzó la cuarentena en México por el covid-19, y ella y su equipo de trabajo están listos para realizar la historia, ahora en un contexto “en el que todo es diferente”.
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El efecto de la pandemia, dice, “ha cambiado la forma de trabajo en los foros” y socialmente ha hecho visible el aumento de “la violencia de género, por el encierro que hemos tenido”.
Justo por eso, aun con las limitaciones que implicará la nueva normalidad, pues como parte de las medidas de seguridad en Televisa aplicarán diversos protocolos, entre los que destaca una clasificación de escenas, de acuerdo con la cercanía que requieran los personajes en la trama para que nadie corra peligro; Ocampo desea seguir su labor en favor de la mujer, ya que con Vencer el desamor abordará problemáticas como la violación, el abandono del esposo cuando hay un hijo con alguna discapacidad o los embarazos en adolescentes, que reflejan la realidad de la mujer en México.
Para lograr su objetivo, Ocampo estará apoyada por Fundación Televisa para que la gente que vea su melodrama “encuentre a través de las cortinillas o de la información que daremos en la página de internet y en redes de la historia una solución al problema con el que se identifica. De modo que es una telenovela que cumple con su función de entretener, pero también deja un mensaje social”.
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Fiel a su tradición, Rosy inició grabaciones con una misa en el foro, al lado de su elenco y equipo de trabajo, quienes, como ella, portaban cubrebocas y caretas, y ejercieron la sana distancia, como parte de la nueva dinámica. Después de recibir la bendición y buenos augurios para su producción, compartió su satisfacción por dar continuidad al movimiento del 9 de marzo, con el que las mujeres buscaron visibilizar su peso en la sociedad, a través de la iniciativa #Undíasinnosotras, que de alguna manera quedó rebasado por el impacto con el que llegó el coronavirus a México.
Retomas la producción luego de la cuarentena…
Sí, estamos muy contentos después de tres meses de hacer toda una preproducción y ensayos, vía plataforma como Zoom, empezamos la saga de Vencer el miedo, de la franquicia Vencer, que se llama Vencer el desamor, la cual narra la historia de distintas mujeres, que vienen de diferentes lugares, cada una con un conflicto muy fuerte, y que por una circunstancia tienen que vivir juntas. En un principio se pelean, pero poco a poco se dan cuenta que la única forma de reconstruirse es apoyándose entre ellas. Esas cuatro protagonistas estarán interpretadas por Daniela Romo, Claudia Álvarez, Julia Urbini y Valentina Buzzurro, y cada una de ellas muestra una temática que tiene que ver con los problemas que tenemos las mujeres en México.
La pandemia llegó a México cuando el movimiento femenino estaba alzando la voz, a días del #Undíasinnosotras. ¿Es importante retomar esa lucha?
Desgraciadamente la ONU nos está mandando cifras de que la violencia de género se ha desatado más ahora en el cierre de la pandemia, que hay una cantidad de denuncias de violencia de género que ha ido incrementándose. Entonces sí es el momento de volver a hablar y exponer a través de la novela este tipo de temáticas que son tan cercanas, desgraciadamente.
¿Consideras que la telenovela es un buen medio para plantear esas problemáticas y sus posibles soluciones?
Sí. De hecho para mí fue un honor que Miguel Sabido me mandara una felicitación en la que me decía que con Vencer el miedo, la anterior historia que hicimos con la misma estructura de plantear problemas sociales y brindar información para encontrar soluciones, estaba comprobando que la metodología que él aplicó en los años 70 (en telenovelas didácticas, como Ven Conmigo, Acompáñame y Vamos juntos, para la alfabetización de adultos y planificación familiar) se estaba retomando, que le daba mucho gusto; sobre todo que estuviéramos abordando problemáticas femeninas para poder hacer algo. El género de la telenovela primero logra concientizar y luego cambiar tendencias y hábitos; entonces, si podemos poner un grano de arena en estas problemáticas, pues qué mejor.
En la actualidad hay una diversidad de opciones de entretenimiento, por lo que es difícil que una persona se siente a ver una telenovela. ¿A qué atribuyes que el género aún funcione?
El género de la telenovela es superpoderoso, crea un enganche con el espectador. La novela, como decía el señor Valentín Pimstein, es una fuente de esperanza, un espejo en el que se mira el espectador, y te da una alternativa y una promesa para un mejor mañana; eso es lo que hace al género tan poderoso. Obviamente, en el caso de estas telenovelas que tienen un mensaje positivo, con más razón.
Una de las problemáticas que la mujer sigue padeciendo es la discriminación, la nula equidad de género en el trabajo. ¿Para ti ha sido más difícil sobresalir en un medio que se considera más de hombres?
Definitivamente, y más en este país, en el que si eres mujer profesionista también tienes muchos más roles y no siempre se reconocen, porque también eres mamá, hermana, chofer, ama de casa. Entonces, creo que es el momento de analizar y hacer una reflexión, y desde nuestra posición ver qué podemos hacer para cambiar esa situación.
Ahora, además, trabajarás en un contexto muy diferente, el covid-19 ha cambiado todo. ¿Cómo ha sido retomar el trabajo en foros?
Televisa ha estado trabajando mucho en una gran cantidad de protocolos, tanto en el foro como fuera de este; las escenas están con una nomenclatura de código de color, puede ser desde verde hasta rojo, las de código rojo exigen que sean acercamiento, pasión, besos, y para ellas se exige que se haga una prueba covid-19 a los actores involucrados.
“Además, a todos los actores se les está haciendo un test del virus para cuidar la seguridad de todos; hasta ahora nadie salió positivo, pero más allá de eso, el set se está tratando como si fuera un quirófano: se está desinfectando todo, se está higienizando, hay menos personas en el foro y una serie de protocolos que nos están dando; incluso la semana pasada estuvimos ensayando para aprender a lidiar con todas estas medidas de seguridad, que lo único que hacen es cuidarnos a nosotros, a nuestros compañeros de trabajo y a nuestras familias. No es fácil, pero no podemos bajar la guardia por el bien de todos.