Acapulco, Guerrero, aún se recuperaba del golpe de Otis cuando ya es escenario de una nueva devastación ahora por John, cuyas lluvias, que ya triplican las del ciclón de 2023, han dejado 5 mil personas atrapadas, al menos 17 muertos, deslaves, inundaciones y daños a su infraestructura.
John, que la noche del jueves pegó como tormenta tropical entre Aquila, Michoacán y Manzanillo, Colima, y ayer se degradó a baja presión remanente, continuó causando precipitaciones extraordinarias en las costas de Guerrero y Oaxaca, con un saldo de 19 fallecidos y miles de habitantes incomunicados y sin energía eléctrica.
Sus efectos también dispararon las alarmas en Colima, Michoacán y el Edomex.
La zona Diamante en una de las más afectadas en el destino turístico por “la cantidad impresionante e histórica de lluvias torrenciales que han caído durante cinco días” y que han dejado a la ciudad “bajo el agua”, según la alcaldesa Abelina López.
“En la zona Diamante viven 5 cinco mil personas y se requiere rescatarlas”, urgió la presidenta municipal, quien pidió a voluntarios y propietarios de lanchas y motos acuáticas sumarse a las tareas de rescate.
De acuerdo con Protección Civil y Bomberos municipal, en Acapulco Diamante hay 31 fraccionamientos y colonias anegadas; el agua, señalaron voluntarios, alcanza los 2 metros.
Aunado a ello, el desbordamiento de la laguna de Tres Palos inundó la plataforma del Aeropuerto Internacional de Acapulco, que paró sus operaciones, informó la Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes (SICT).
La dependencia informó sobre 93 derrumbes, árboles caídos y deslaves en la red carretera federal, que no ameritaron el cierre total de la circulación.
También reportó un cierre en la carretera federal Iguala-Chilpancingo por el desbordamiento del cauce de un río en el kilómetro 184+900 y cortes parciales a la circulación en la Alpuyeca-Grutas de Cacahuamilpa, en los kilómetros 47+750 y 48+400, a causa de derrumbes y riesgo de deslaves. Otra carretera afectada fue la federal Chilpancingo-Acapulco, donde se cayeron árboles en varios tramos, entre otras vías.
La SICT aseguró que continúa con la supervisión de la red carretera y caminos afectados por los fenómenos meteorológicos a fin de garantizar un tránsito seguro.
En medio de esta emergencia, la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) instaló una brigada para vigilar que se respeten los precios y no se comentan abusos en los supermercados.
“Dicha brigada permanecerá vigilante este fin de semana y el tiempo que sea necesario”, detalló la Profeco en un comunicado.
En establecimientos como Soriana Costa Azul se implementaron medidas de control para el ingreso ordenado y se constató el abasto de agua embotellada, garrafones, alimentos enlatados, tortillas, arroz, frijoles y demás productos de la canasta básica, así como medicamentos.
Al respecto, el presidente de la Cámara Nacional de Comercio, Servicio y Turismo (Canaco-Servytur) de Acapulco, Alejandro Martínez Sidney, dijo que la situación está fuera de control, con una ciudad colapsada y autoridades rebasadas; además, dijo, ya escasean los alimentos.
El daño al sector comercio, enfatizó, asciende a 20 mil millones de pesos derivada del cierre, desde hace cuatro días, de 63 unidades económicas; los únicos negocios abiertos son tiendas de conveniencia y mercados que venden alimentos.
El municipio guerrerense de Marquelia, donde el temporal impactó como huracán categoría 3 la noche del lunes, continúa inundado, principalmente en la zona centro; mientras, en Chilpancingo unas 500 personas permanecen en refugios temporales y se reporta la pérdida de cultivos, deslizamientos de tierra y daños en caminos.
El ciclón obligó el cierre de 18 sucursales de Citibanamex y siete de Santander en Acapulco.
En contraste, Citibanamex agregó que en Michoacán, otra entidad afectada por Jonh, las sucursales bancarias ubicadas en Lázaro Cárdenas operaron.
La institución puntualizó que se mantendrá monitoreando la situación en la región y atenta a las indicaciones de las autoridades estatales y federales para el reinicio de sus operaciones en el municipio de Acapulco.
Por su parte, Santander informó del cierre de siete sucursales en este destino turístico; del total, en seis el servicio de cajeros automáticos funcionó de manera normal.
John también pasó factura al Servicio de Administración Tributaria (SAT), que cerró dos módulos en Zihuatanejo y Chilpancingo, en la entidad guerrerense; estas instalaciones se suman a los que pararon en Acapulco y Lázaro Cárdenas.
Ante los daños derivados del paso del ciclón, la Asociación Mexicana de Instituciones de Seguros (AMIS) dijo que las compañías están preparadas para responder a cualquier contingencia.
Remarcó que México es uno de los 10 países con mayor riesgo catastrófico por fenómenos naturales, de acuerdo con la ONU, y que 45 por ciento del territorio está expuesto a inundaciones, según el Centro Nacional de Prevención de Desastres (Cenapred).
Ante esta emergencia, el gobierno federal desplegó el Plan DIII, mientras que la Comisión Federal de Electricidad (CFE) trabaja a marchas forzadas para levantar postes derribados por los vientos y el reblandecimiento de la tierra.
En Oaxaca, las lluvias causaron un socavón en la carretera federal Oaxaca-Pinotepa Nacional y en la vía a la región de la Mixteca en el municipio de Tlaxiaco, donde cayeron piedras de gran tamaño. Otras zonas afectadas son Puerto Escondido, Collantes y Pochutla.
Manzanillo y otros municipios de Colima siguen en alerta por las intensas lluvias y el aumento de ríos y arroyos; mientras en Michoacán, donde se reportaron inundaciones y cortes de energía, militares trabajaban en la evacuación de personas, el retiro de árboles y la remoción de lodo.
En el Edomex John provocó deslaves en municipios como Temascaltepec, Tenango, Tenancingo y Tejupilco, donde analizar reubicar a 75 familias.