Familiares de personas con coronavirus internadas en el hospital de El Quemado, en Acapulco, Guerrero, acusaron que el personal del lugar les pide medicamentos para los pacientes, pero que posteriormente lo revenden a otras personas, por lo que han comenzado a marcar el material que entregan.
Son familias que tienen 10, 15 y hasta 25 días afuera del hospital de los Servicios Estatales de Salud, esperando noticias de sus familiares internados por los síntomas de la pandemia del coronavirus.
A los costados del hospital, en el área de urgencias, han instalado sus viviendas, con plástico, lonas, casas de campaña, sábanas y hasta cobijas, para estar al pendiente de sus pacientes.
“A nosotros nos pidieron en menos de una semana dos veces los medicamento para mi suegro. Los compramos, porque es difícil encontrarla aquí en las farmacias, la segunda vez, les entregamos marcadas las cajas, y esas mismas salieron a revendernos, la Ivermectina y la Azitromicina, pues dijeron que se necesitaba”, cuenta Juan Carlos, quien se niega a dar sus apellidos, pues dice que ya los conocen.Y añadió: “aquí no hay apoyo de nada. Aquí nos piden dinero por todo, hay una persona que se supone es médico, y nos pide tres mil pesos para darnos el medicamento, y si no pues no nos dan información”.
Una mujer de la tercera edad, proveniente del municipio de San Jerónimo, región de la Costa Grande de Guerrero, cuenta a MILENIO que permanece en inmediaciones del hospital desde principios de enero, cuando su hermano, enfermó.
Reconocen que hay autoridades del hospital que les han pedido que denuncien a médicos, enfermeros o al personal por la venta de los medicamentos o la información, pero, admiten tener miedo de que dejen morir a sus familiares.
“Nosotros les pedimos que nos manden una foto de nuestro paciente, para saber si todavía esta con vida. Aquí se rumoran muchas cosas, dicen que a veces el familiar ya murió y los médicos o los enfermeros te siguen pidiendo medicamentos y la familia con la esperanza de ver a su pariente sigue entregando medicamentos”, reprocha una mujer de la tercera edad, que duerme desde hace 22 días afuera del hospital.
Viridiana, una joven que desde hace diez días pernocta afuera del hospital, señala que la información que dan a los familiares es poca.
“Nos estamos quedando día y noche a dormir, no nos dan la información como esperamos a veces dicen que será vía telefónica. Nos resguardamos adentro del hospital, porque estaba lloviendo. No nos dejaban, pero nos metimos”, dijo.
RLO