Agentes del Instituto Nacional de Migración (INM) fueron captados cuando amenazaban y revisaban por encima de la ropa a un repartidor de comida rápida que entregaba un pedido a un grupo de migrantes que acamparon entre Tijuana y San Diego, California, Estados Unidos.
Samuel, repartidor de Rappi, explicó que lo amedrentaron con un arma de fuego exigiéndole información y les explicó que sólo llegó a entregarles comida.
Después lo colocaron de frente a las rejas y le exigieron subir las manos para someterlo a una revisión, como si fueran policías.
Hay algunos agentes de la Policía Municipal y Estatal asignados al Grupo Beta que es de protección a migrantes, pero no tienen permitido utilizar sus armas de fuego por ningún motivo.
En la imagen grabada no se aprecia el arma de fuego, pero el repartidor en motocicleta explicó que fue minutos antes de ser revisada su mochila cuando el agente de pantalón color caqui, camisa verde y el rostro oculto con pasamontañas, desenfundó una pistola para amedrentarlo.
“Los policías de migración me querían sacar el arma, porque yo traje un pedido por medio de Rappi. Pensaron que venía a sacar información a estas personas, pero yo solo vine a entregar el pedido”, detalló Samuel aún asustado por lo ocurrido.
Los migrantes a los que llevó comida son de Haití y otros Centroamericanos; es la segunda vez en el año que se instala un campamento en este punto, la primera antes de concluir el Titulo 42 que prohibía la solicitudes de asilo humanitario en Estados Unidos por la Pandemia.
ST