El caso del bebé cuyo cuerpo sin vida fue encontrado el 10 de enero al interior del penal de San Miguel, continúa investigándose y existe la posibilidad de que haya más pruebas del delito una vez que los cinco implicados principales sigan declarando como parte de su derecho de legítima defensa, señaló el gobernador de Puebla, Miguel Barbosa Huerta.
El mandatario comentó en conferencia de prensa que la Fiscalía de Puebla está a cargo del caso desde que el cadáver del menor es introducido al cereso de San Miguel, pues lo que sucede antes ya es competencia de la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México (FGJ-CDMX) teniendo en cuenta que el cuerpo fue exhumado de un panteón de Iztapalapa.
"Aquí es a partir de que esta persona introduce el cuerpecito del bebé al reclusorio, ese es cuando arranca la participación de la autoridad investigadora (de Puebla) y se seguirá investigando, saldrán muchas más pruebas una vez que estén ellas, las y los involucrados declarando sobre los mismos hechos".
Barbosa manifestó que la FGJ-CDMX es la instancia que debe dar a conocer la manera en que Nadia Carolina N., principal sospechosa de ingresar el cuerpo de Tadeo a San Miguel, obtuvo el cadáver del menor ya que dicha parte no ha sido definida y no corresponde a la Fiscalía de Puebla hacerlo.
"La propia mujer que lo metió pudo haber sido aquella que trajo al bebé de México y pudo ser la misma que lo extrajo de su tumba o que compró los restos, no sé, ese procedimiento malévolo y diabólico, eso ya no le corresponde a la autoridad investigadora poblana, eso le corresponde a la autoridad investigadora de la Ciudad de México".
Fue el 3 de febrero cuando la Fiscalía de Puebla informó que "esclareció totalmente" el caso del bebé con la aprehensión de Nadia Carolina N., Jessica N., Antonio N., Sergio N. y Gerardo N., quienes son los principales sospechosos de introducir, ordenar y permitir la presencia del cuerpo exhumado en el penal de San Miguel.
Un día después, el propio gobernador acusó que éstas cinco personas actuaron en consecuencia para desestabilizar la vida interna de dicho centro penitenciario con el fin de controlarlo y lamentó que algunos reos prefieren mantener sus actividades criminales en vez de reformarse.
AFM