Cambio climático en Torreón: entre la falta de árboles y el crecimiento de la ciudad

Se requiere implementar medidas para el control de la calidad del aire, identificar zonas para arborización, captación del agua pluvial, entre otras.

En los últimos 50 años en Torreón ha aumentado 1.46 grados centígrados. | Archivo
Adriana Magallanes
Torreón, Coahuila /

El aumento de las temperaturas promedio en los océanos y la superficie terrestre, sequías más prolongadas, mayor propensión a incendios forestales, inundaciones recurrentes, entre otros, son parte de los efectos del cambio climático que se presentan actualmente a nivel mundial. 

Ante la alteración de temperaturas y patrones climáticos que constituyen una emergencia a nivel mundial, gobiernos y organismos trabajan para implementar acciones que ayuden a frenar el cambio climático. 

En el municipio de Torreón, dentro del Atlas de Riesgos, se trabaja en el Plan Municipal de Acción Climática, el cual se lleva a cabo por parte del Instituto Municipal de Planeación y Competitividad (Implan) con el apoyo de la Dirección General de Medio Ambiente. 

José Antonio Ramírez Reyes, director general del Implan, manifiesta que a través de una comisión conformada por consejeros y consejeras, en donde participaron representantes de organismos empresariales, ambientalistas, instituciones educativas y gobierno, se trabaja en la elaboración de dicho plan, que tiene como finalidad establecer las acciones que puedan mitigar los efectos del cambio climático. 

Dentro de los cinco proyectos prioritarios para este 2023, dijo, se encuentra el Plan de Acción Climática, pues resaltó que recientemente las temperaturas que se registraron en la región fueron superiores a los 40 grados, pues de acuerdo a estudios en los últimos 50 años en Torreón ha aumentado 1.46 grados centígrados. 

A través de este, se busca implementar acciones para el control de calidad del aire, arborización, saber cuáles son las áreas estratégicas para arborizar, cómo se van a implementar los programas para el cuidado de los árboles, captar el agua pluvial, disminuir enfermedades por vectores, entre otras. 

Expuso que es una preocupación del alcalde, Román Alberto Cepeda González, dar solución a la deuda histórica que se tiene en la ciudad en cuanto al tema del agua pluvial, por lo que desde el Implan en colaboración con Fomento Económico Laguna de Coahuila (Fomec) se trabaja en una convocatoria del proyecto que puede acceder a recursos internacionales.

¿Cómo deberían ser las áreas verdes en Torreón?

De igual manera, dijo, se trabaja en la difusión de cómo deberían de ser las áreas verdes en Torreón, ya que aún y cuando se tienen 4 metros de áreas verdes por habitante y según ONU-Hábitat deberían de ser 15 metros, es necesario cambiar la ideología de que las áreas verdes no son el pasto o determinados árboles de alto consumo de agua. 

“Tenemos que transitar hacia una gestión y diseño de áreas verdes mucho más sostenible, tenemos por ejemplo cobertura de piedra con grava, piedra bola, acolchado que quitas la corteza de muchos árboles lo trituras y se vuelve una excelente cobertura de suelo para mantener la humedad”. 

El director general del Implan, indicó que se tiene un programa de colaboración con el gobierno francés con quien se han intercambiado proyectos de gestión de áreas verdes con enfoque de riesgo de cambio climático, lo cual se trabaja a través del Plan Municipal de Acción Climática. 

¿Qué zonas de Torreón necesitan áreas verdes?

Explica que el Atlas de Riesgos se compone de cinco ejes, por lo que luego de haber realizado un análisis de éstos, se han enfocado en el hidrometeorológico, por lo que es importante identificar las zonas estratégicas que hay en el municipio. 

Existen áreas como Mieleras, en donde se ubican las colonias Santa Sofía, Zaragoza Sur, entre otras, que se tienen identificadas como zonas en donde además de árboles, se requiere crear nuevos parques y lugares de recreación con vegetación acorde a la región como mezquites, huizaches o lágrimas de San Pedro.

Se cuenta con tres áreas prioritarias en el municipio, una de ellas es el suroriente, así como el Centro Histórico y el sector norte, en donde, si bien es cierto se ha desarrollado con esquemas de áreas verdes dentro de los fraccionamientos, hacen falta nuevos parques urbanos.

Participación ciudadana

Parte de las acciones que se estarán trabajando en este año por parte del Implan, están relacionadas con la participación ciudadana, pues existe el programa “Planta y Cuida” que lleva a cabo el gobierno municipal, en donde no solo se busca sembrar árboles, sino determinar cómo se van a cuidar y las alianzas que se requieren para fortalecer este tipo de programas. 

“Tenemos varias acciones de educación ambiental, por ejemplo, conocer qué árboles, pero también qué tipo de mantenimiento necesitan, hoy sabemos que los mezquites son unos árboles muy bien adaptados, pero que tiene que tener ciertos cuidados los primeros dos años de haberlo sembrado”. 

Manifiesta que es necesario implementar programas de participación ciudadana en arborización, así como el cuidado de por lo menos los dos primeros años. 

Actualmente, la participación ciudadana se tiene a través de la información que reciben de las universidades, de los grupos de ambientalistas, así como de programas de medio ambiente que tienen las cámaras y organismos empresariales como Canacintra, Coparmex, Cemex, Peñoles, entre otras.

Es por eso que lo que también se busca a través del Plan de Acción Climática, es difundir las horas en las que es peligroso no traer protector solar, así como el usar camisa de manga larga, colores claros para reflejar los rayos del sol, además de que también se necesita fortalecer el tema del cómo impacta en las actividades y en el medio ambiente la congestión de residuos sólidos. 

De ser una ciudad de 5 mil hectáreas en 1990, Torreón pasó a ser una ciudad de 15 mil hectáreas en el 2020, por lo que se ha triplicado la mancha urbana, lo que hace que las personas tengan cada vez mayor necesidad desplazarse de su casa al trabajo generando un mayor con consumo de gasolina y diesel, lo que afecta en los gases de efecto invernadero y por ende en las temperaturas. 

“Es importante atender el tema a través de un programa de cultura, de educación ambiental, de alianzas estratégicas para el cuidado de los árboles, para el uso de movilidad activa, es decir, todo lo que viene con desplazarse en bicicleta, caminando, cosas que no sean motorizadas”. 

Consideró que es necesario también aumentar la infraestructura pluvial, ya que por la acumulación de la basura existen sectores en donde en época de lluvias, se presentan inundaciones o encharcamientos, por lo que es donde la sociedad civil puede ayudar mucho para tener una ciudad preparada.

Generaciones futuras

Anselmo Orona Espino, biólogo de la Universidad Juárez del Estado de Durango (UJED), manifiesta que se han presentado temporadas atípicas que son consecuencia del cambio climático. 

Las altas temperaturas, así como las lluvias extremas, son parte de los efectos del cambio climático, sin embargo las ciudades no están preparadas para enfrentarlo. 

Expertos han señalado que el aumento en la temperatura del océano provocará el aumento en el nivel del mar, por lo que en algunas ciudades que se encuentran a nivel del mar podrían desaparecer o inundarse

“Las lluvias torrenciales ahora se registran en donde no se presentaban o en donde sí se presentan se dan con mayor intensidad, así como la sequía que generan las temperaturas severas o extremas”. 

En la Comarca Lagunera, dijo, recientemente se pudo observar que con la onda de calor que se registró en días pasados, había una plaga de moscas, misma que desapareció al no resistir las altas temperaturas, por lo que bajó su actividad reproductiva. 

“Son situaciones a la que los individuos nos tenemos que adaptar, tenemos que tener esa elasticidad para estarnos levantando ante los cambios climáticos extremos”. 

Señala que existe otro grupo de especies que también enfrentan este tipo de situaciones ante el cambio climático, ya que se tiene una fauna que es característica de la región del desierto chihuahuense y algunos animales no toleran tanto el calor por la falta de agua, por lo que al no tener alimento algunos individuos mueren en el intento por tratar de mitigar y soportar las ondas de calor extremas. 

“Hay que ver cómo nos preparamos como sociedad para enfrentarnos a climas extremos o tan calurosos, o fríos severos que en su momento tenemos que soportar y tolerar”. 

Menciona que la situación que enfrenta la fauna ante el cambio climático es difícil, ya que adopta las cosas para tratar de sobrellevar y mitigar los efectos adversos al calentamiento global. 

“Las plantas y animales no tienen la manera de tener un clima, de ponerse un abanico o un suéter, por lo que tienen que adaptarse a las condiciones que ellos no están generando como individuos y que es un daño colateral de las situaciones adversas que como sociedad hemos hecho”. 

El especialista, manifestó que como sociedad es importante tener conciencia ambiental y saber qué es lo que se le va a heredar a las generaciones futuras, por lo que es necesario trabajar e implementar acciones inmediatas para frenar el cambio climático y poder tener un planeta más saludable para muchos años.

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