La escasez de medicamentos para quimioterapias impacta en La Laguna, aeguró Cecilia Marroquín de Murra, presidente de la Asociación Encendamos una Luz, y dijo que si bien los niños y niñas enfermos con cáncer que actualmente se atienden en Casa Feliz tienen el medicamento necesario, lamentó que han tenido casos incluso de adultos en condiciones de pobreza extrema que batallan para conseguir sus medicamentos por la escasez que hay en el sector salud, sobre todo medicamentos básicos para las quimioterapias.
Precisó que en Casa Felíz ninguno de los372 niños pacientes registrados les ha faltado el medicamento debido para la aplicación de quimioterapias:
¿“Tenemos algunos adultos; últimamente han habido dos o tres casos de adultos en pobreza extrema que no tienen el recurso ni siquiera para desplazarse, pero hacemos todo para apoyarlos; no es un trabajo fácil”, reconoció.
Cecilia Marroquin agradeció el que se apoye a Casa Felíz, considerando los momentos complicados por la falta de medicina, así como la demanda de pequeños que requieren atención pero que no cuentan con el servicio de seguridad social, por lo que se ha tenido que hacer un esfuerzo mayor para conseguir este apoyo.
Creemos que cada vez será menos la escasez de medicamentos
“Los niños que el IMSS atienden provienen de estados como Coahuila, Durango, Chihuahua y Zacatecas; al llegar a Torreón para su atención, se envían a Casa Felíz, donde desayunan, comen y cenan, y ahí mismo duermen. Por lo que si alguno de los pequeños batalla en conseguir su medicamento, en Casa Felíz se trabaja para conseguir dichas prescripciones para su quimio.
“Estamos viendo el día con dia, que no nos falte el medicamento. Creemos que cada vez será menos la escasez, eso sería un gran respiro para nosotros; los básicos para las quimioterapias, como el Metrotexato, entre otros, que sirven para la aplicación de la quimio en los pequeños, es donde se presenta la mayor escasez”, refirió.
Marroquin de Murra dijo que se habla con laboratorios, tocando puertas, además que hay personas que recibieron el medicamento y les quedó, lo donan a Casa Felíz y se usa de manera responsable.
Sgg