Por causas multifactoriales, en el último año se presentaron por lo menos tres suicidios de estudiantes de la Universidad Autónoma de Coahuila (UAdeC), por lo que se brindó apoyo a los compañeros de clase y familias de los universitarios que terminaron con su vida por ansiedad, depresión y otros temas.
Karla Valdés García, directora de la Facultad de Psicología de la UAdeC comentó que a diferencia de otros casos registrados en otras entidades de la república, no se observó en Coahuila un alto grado de presión en la actividad académica que pudiera haber generado esta situación.
- Te recomendamos Suspenden clases en Facultad de Arquitectura de la UAdeC Policía
“No podríamos adjudicar el suicidio a un sólo origen, no es tanto en sí la presión académica, sino la falta del estudiante de habilidades, herramientas y estrategias para poder afrontar esa demanda”, explicó.
Señaló que, incluso, los directivos reportan que no se están incrementando el nivel de exigencia, pero hay jóvenes que no tienen buenos hábitos de estudio y tienden a retrasar actividades, lo que deriva que en algún momento lleguen a fallar, reprobar o tener dificultades académicas.
La académica expuso que los casos de suicidio se han presentado en Jurisprudencia, Arquitectura e Ingeniería y, de acuerdo al diagnóstico de desesperanza, se detectan al menos cuatro casos de intentos suicidas por escuela o facultad en nuevo ingreso. En los consumados indicó que coincide en que se presentaron cuestiones sentimentales, problemas con la pareja.
Apoyo a los familiares y amigos
Informó que se imparten pláticas, charlas a los amigos, compañeros, familiares de quienes se suicidan, ya que el hecho impacta en el entorno en el que se desenvolvía.
“Cuando se consuma el suicidio si es muy importante que las personas que quedan afectadas por este hecho, reciban algún tipo de ayuda y orientación psicológica”.
Añadió además que en los resultados de la encuesta que se aplicó hace un año, el 80% de los alumnos, reportaron tener traumas y malestar psicológico, lo que consideró como una cantidad elevada de estudiantes que manifiestan un episodio traumático.
“Muchos estudiantes vienen, asisten a sus clases, tienen calificaciones aprobatorias, pero no sabemos si están pasando por algún trastorno de ansiedad, del estado de ánimo, alguna ideación y entonces a través de estos instrumentos nos permite conocer qué es lo que está pasando, qué están sintiendo”, indicó.
Derivado de los resultados se están ofreciendo talleres, conferencias y brindando atención psicológica, por lo que alumnos de maestría y posgrado de la facultad prestan sus servicios a la comunidad estudiantil los distintos campus en Arteaga y Camporredondo, aunque reveló que no se dan abasto.