Apenas unas 50 personas asistieron a Lomas Taurinas para conmemorar el 30 aniversario del asesinato de Luis Donaldo Colosio, candidato presidencial del PRI.
La dirigente del PRI en Tijuana, Dulce Janet Valdez Valerio, hizo hincapié en que México sigue anhelando justicia, evocando las palabras expresadas por Colosio durante su campaña presidencial en 1993.
“Me da mucho gusto que como estamos en proceso de campaña, ver casa llena cómo se pudiera decir”, sostuvo cuando eran más reporteros y vecinos que políticos en el acto.
El acto incluyó un minuto de silencio en memoria del militante priísta, seguido de la colocación de una pequeña corona de flores en su honor.
Sin embargo, este tributo fue eclipsado por la ofrenda floral enviada por el ex alcalde de Tijuana y ex miembro del PRI, el empresario Jorge Hank Ron.
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A 30 años del asesinato de Luis Donaldo Colosio
Este año marca el trigésimo aniversario del asesinato de Luis Donaldo Colosio, un suceso que aún suscita interés en la sociedad, rememorando aquel 6 de marzo de 1994, cuando pronunció un discurso revelador sobre las bases del Partido Revolucionario Institucional (PRI) en el Monumento a la Revolución.
Nacido el 10 de febrero de 1950 en Magdalena de Kino, Sonora, Luis Donaldo Colosio era hijo de Luis Colosio y Ofelia Murrieta. Su formación académica incluyó una licenciatura en Economía en el Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey (ITESM) y una maestría en Economía Regional en la Universidad de Pennsylvania.
Su incursión en la política fue temprana y destacada.
Desde su niñez, Colosio mostró habilidades en la oratoria, ganando reconocimiento al obtener el primer lugar en un concurso regional que le permitió estrechar la mano del entonces presidente Adolfo López Mateos.
En 1979, se unió al PRI, comenzando así una carrera política que se complementó con su labor como docente en instituciones como la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), el Colegio de México (Colmex) y la Universidad Anáhuac.
En 1982, ingresó a la Secretaría de Programación y Presupuesto bajo la administración de Miguel de la Madrid. Tres años más tarde, en 1985, ganó la diputación federal por Sonora y presidió la Comisión de Programación, Presupuesto y Cuenta Pública de la Cámara de Diputados.
Posteriormente, en 1987, fue designado oficial mayor del Comité Ejecutivo Nacional del PRI, convirtiéndose un año después en su dirigente nacional y obteniendo un escaño como senador federal.
Su liderazgo fue evidente en las elecciones federales de 1991, donde el PRI obtuvo la mayoría en la Cámara de Diputados y el Senado. En ese mismo año, el presidente Carlos Salinas de Gortari lo incorporó al gabinete federal como secretario de Desarrollo Social.
La culminación de su carrera política llegó el 28 de noviembre de 1993, cuando se afianzó como candidato del PRI a la Presidencia de la República.
Sin embargo, el destino truncó sus aspiraciones.
El 6 de marzo de 1994, Colosio pronunció un discurso que resonaría en la historia política de México, instando a la modernización del PRI y la atención a los sectores más desfavorecidos del país.
Apenas 17 días después, el 23 de marzo, Colosio fue asesinado en Lomas Taurinas, un barrio de Tijuana, Baja California, un acto que conmocionó a la nación y dejó un legado político inacabado.
Con información de Edgardo Velázquez López
MO