En Nayarit, el temor por el incremento de casos de covid-19, que ha cobrado la vida de tres personas y registra 18 casos, ha provocado una psicosis e histeria colectiva entre los habitantes de Lo de Marcos, municipio de Bahía de Banderas, en los límites con Puerto Vallarta, Jalisco.
La enfermera Mel Morado denunció que decidió abandonar su vivienda en el poblado Lo de Marcos, debido a la discriminación y amenazas que recibió por parte de pobladores.
A través de sus redes sociales Mel dio a conocer que el miércoles por la noche abandonó su hogar escoltada por los habitantes de su pueblo, quienes la acusaban de ser un foco de infección de covid-19 por su trabajo de enfermera en el hospital de San Francisco, donde falleció la tercera persona en Nayarit.
Según relata Mel, en su intento por llegar a su vivienda fue retenida en un puesto de control que montaron hombres y mujeres de su pueblo para evitar la entrada de turistas y personas ajenas para evitar contagios de coronavirus.
“Soy enfermera del hospital de San Francisco, Nayarit, hoy temí por mi integridad al momento que me negaron el acceso al poblado donde actualmente vivo Lo de Marcos... se ha escuchado que las personas de los pueblos se encuentran haciendo cercos sanitarios para prohibir acceso a turistas, pero en este caso también se me negó a mí, solo por ser personal de salud.
“Si entras ya no sales, hazle como quieras, soy capaz de pagarte una renta en San Pancho para que allá te quedes”, se escucha claramente en un video publicado en el momento que se le niega el acceso a su vivienda.
“Aléjese de ella oficial, que no ve que viene del gran foco de infección, ella es un foco de infección. Hasta dos metros debería de estar alejado de ella. Lo siento, mijita, pero al pueblo no entras, o entras, ¡pero ya no sales! y si es al Hospital de San Pancho, menos”.
La denuncia se sigue de oficio en la Fiscalía de Justicia y el gobernador Antonio Echevarría García garantizó la seguridad en hospitales y afuera de ellos.
Muere mamá de bebé prematuro
La primera mujer embarazada en el país —originaria de Monclova, Coahuila— que tras ser contagiada con covid-19 dio a luz a un prematuro de 35 semanas de gestación, perdió la batalla contra el coronavirus y ayer al mediodía murió en la clínica 2 de Saltillo, donde se encontraba hospitalizada.
El IMSS informó que su diagnóstico era grave y se encontraba con ventilación mecánica debido a su condición de salud, sin embargo, el bebé con siete días de nacido ha presentado gran mejoría, incluso le retiraron el respirador mecánico que le colocaron al presentar complicaciones en su nacimiento, derivado de la cesárea que se le practicó a la madre que, adicional al covid-19, padeció preclamsia.
Aunque la madre hace algunos días presentó ligera mejoría decayó en su estado de salud y no salió de cuidados intensivos porque sus pulmones estaban colapsados, una de las principales consecuencias del virus.
A pesar del contagio de la madre, el bebé dio negativo a la prueba por coronavirus y se encuentra libre de la epidemia, es atendido en el área de neonatos de la clínica 1 del IMSS en Saltillo.
El esposo de la paciente, identificada como Gabriela González y padre del menor, se encuentra en aislamiento domiciliario, al igual que una hermana que dieron positivo a la prueba por covid-19; así mismo otro de los tíos del menor se encuentra internado por el mismo padecimiento.
Fue el pasado viernes cuando a la madre fue trasladada del Hospital General de Zona No.7 de Monclova a la clínica uno de Saltillo, en donde se le sometió a una cesárea de emergencia.
ledz