La pandemia de covid-19 cambió todo. Lo normal ahora es ponerse gel antibacterial constantemente, traer cubrebocas y hasta una careta de plástico.
La nueva normalidad también establece que al llegar a algún lugar público, el saludo es que te apunten en la frente con un termómetro digital en forma de pistola.
En los aeropuertos es peor. Ahora el primer filtro de seguridad es el "cuestionario de identificación de factores de riesgo en viajeros", en el que prácticamente te preguntan si estás contagiado.
Recuerda al cuestionario para obtener la visa estadunidense en el que te preguntan si eres un terrorista y tienes planeado atacar el país.
Aunque este cuestionario sanitario es todavía más absurdo: en algunos aeropuertos el personal si acaso ve de reojo las respuestas; peor, si fue llenado por internet, el código QR que genera no es revisado en algún dispositivo.
Lo que no falla es que te pidan cumplir con la sana distancia y el uso del cubrebocas; y claro, tomarte la temperatura con la pistola en la cual un asintomático nunca marcará más de 38 grados centígrados.
El siguiente filtro de seguridad en algunos aeropuertos ahora es una cámara que refleja tu temperatura corporal.
En Tijuana es el caso, quizá por la vecindad con California, uno de los estados con más contagios en Estados Unidos.
En trayecto al avión, la mayoría de las tiendas están cerradas, algunas parecieran clausuradas por lo aparatoso de las cintas amarillas con la leyenda "prohibido pasar".
Los pocos establecimientos que están abiertos buscan cumplir con la sana distancia con pegotes en el piso que así lo exigen y, sobre todo, no permitiendo el paso de clientes al mismo tiempo.En las salas de espera, aeropuertos como el de Ciudad de México "inhabilitaron" asientos con una hoja de papel con una frase en español e inglés que pide mantener la "healthy distance".
Algunos respetan esta medida, pero muchos no, incluso ante la mirada de personal de seguridad que fue asignado a esa área para supervisar que se cumpla.
Para abordar, cada aerolínea tiene sus propias medidas. Algunas, como Aeroméxico, entregan cubrebocas KN95 para que los pasajeros obligatoriamente porten estos durante el vuelo, sin importar el que traían.
Fue el caso del vuelo Ciudad de México-Monterrey del sábado pasado.
Para abordar, ahora se empieza desde los últimos asientos del avión a los primeros, a excepción de primera clase, esa se respeta, y claro, ingresa primero, entre otras cosas, para eso se paga más.
En la fila, el personal de la aerolínea pide que se respete la sana distancia y antes de mostrar tu pase e identificación, de nueva cuenta te toman la temperatura con la pistola.
Ya en el avión, pilotos y sobrecargos portan cubrebocas y mascarillas, algunos incluso guantes.
“Como parte de las medidas preventivas, les informamos que durante el vuelo es esencial el uso del cubrebocas, a excepción del servicio de alimentos"...
RLO