La zona metropolitana de Puebla y Tlaxcala se colocó entre las cinco áreas del país con más registros de cremaciones e inhumaciones en medio de la pandemia de la covid-19. Las cremaciones registraron un aumento de 147 por ciento; mientras que las inhumaciones aumentaron 75 por ciento.
De acuerdo con el registro de Información de los Cementerios Públicos en las Zonas Metropolitanas del País, realizado por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), la zona metropolitana de Puebla y Tlaxcala se colocó a nivel nacional en tercer lugar tanto en registros de inhumaciones como en cremaciones.
El Valle de México es la zona del país con más inhumaciones luego de que en el año 2020 se contabilizaron 50 mil 592; en segundo lugar, se colocó Guadalajara con 14 mil 245; el tercer lugar fue para la Zona Metropolitana Puebla-Tlaxcala con nueve mil 272; en cuarto sitio, Monterrey, seis mil 183; y en quinto lugar Toluca, cinco mil 628.
Las cremaciones registraron una tendencia creciente en medio de la pandemia de la covid-19. El Valle de México registra el mayor número de cremaciones con 22 mil 65 en el año 2020; Guadalajara se ubicó en segundo lugar con dos mil ocho; el tercer sitio fue para la ZM Puebla-Tlaxcala con 950; en cuarto sitio apareció Saltillo con 930; y en el quinto lugar apareció Mérida con 677.
La Zona Metropolitana Puebla-Tlaxcala registró un incremento en las inhumaciones a partir de la pandemia de la covid-19 que comenzó en marzo de 2020 con la aparición del primer caso. En el año 2019, en la región se contabilizaron seis mil 179 inhumaciones, mientras que para el año 2020, se registraron nueve mil 272, es decir, se registró un aumento de 75 por ciento.
En México, la inhumación se concreta cuando el cadáver de una persona es enterrado y, por ahora, es el método más usual para disponer el cuerpo tras la muerte, ya que, los restos se colocan en un ataúd, el cual se ubica en un nicho, en una cripta o se lo sepulta.
Ante la pandemia de la covid-19, el gobierno de Puebla emitió en mayo 2020 un decreto para ordenar que los cadáveres de las personas fallecidas por Covid-19 fueran cremados, con el fin de disminuir el riesgo de transmisión entre los trabajadores de la salud y familiares.
Al mismo tiempo, se estableció que quedaba prohibida la realización de ceremonias fúnebres para estos casos, ya que el riesgo de contagio es alto. “Una vez realizado el proceso de cremación del cadáver, la urna que contenga las cenizas será entregada a los familiares, sin que se permita llevar a cabo ninguna ceremonia fúnebre”, estableció el decreto.
En el rubro de las cremaciones, antes de la pandemia, en el año 2019, en la Zona Metropolitana Puebla-Tlaxcala se registraron 385; mientras que, en el año 2020, se contabilizaron 950, es decir, aumentaron 565, 146.75 por ciento.
Por otra parte, el análisis del Inegi resalta que las zonas metropolitanas que concentraron la mayor cantidad de personal trabajando en cementerios y crematorios fueron: Valle de México con mil 130; le sigue Guadalajara con 300; y la zona metropolitana de Puebla-Tlaxcala con 293.
CHM