"Me sentí morir y sólo pensaba en mi pequeña": víctima de covid-19

La pandemia la obligó a hacer a un lado la profesión que tanto ama, la de ser mamá, y buscar una manera de estar cerca de su pequeña y de su marido, que resultaron asintomáticos al covid-19.

El país registra más de 79 mil casos sospechosos de covid. (Octavio Hoyos)
José Alfredo Martínez Jarquín
Ciudad de México /

Adriana L. comenzó a padecer de una incesante fiebre y una tos rasposa. "Tal vez sólo sea un resfriado común", le contó a su esposo, por lo que tomó un par de analgésicos y se fue a dormir, pensando que eso resolvería sus dolencias.

Al día siguiente y al no notar alguna mejoría, su esposo Alex temía lo peor, por lo que fueron al médico para descartar cualquier "otra cosa", sobre todo, por lo que veían en televisión sobre los contagios del coronavirus.

A pesar de que Adriana no tenía problemas de salud previos, su estado se deterioró, los dolores musculares y fatiga ya eran constantes, por lo que tuvo que separarse de su hija de cinco años, mientras llegaban los resultados.

Luego de 24 horas, la ansiada llamada de la clínica donde le practicaron los estudios llegó. Fue diagnosticada con coronavirus.

"En ese momento sentí morir y sólo pensaba en mi pequeña, ¿cómo explicarle lo que podía pasar? que su mamá podía ya no estar más. Ella no entiende de estas cosas", cuenta Adriana, de 41 años, mientras rueda una lágrima por su mejilla al recordar el episodio.

Era la primera vez que se 'separaba' de su familia desde que casó, hace ya 15 años.

La pandemia la obligó a hacer a un lado la profesión que tanto ama, la de ser mamá, y buscar una manera de estar cerca de su pequeña y de su marido, quienes resultaron asintomáticos al covid-19.

“Cinco días de los 17 que estuve aislada, dormí prácticamente sentada porque sentía una sensación de ahogamiento por la tos que provoca el virus”, agregó.

"Te das cuenta que de un día para otro no eres nadie”, dice, mientras aquellos ojos café claro se pierden en la taza de té y entre el silencio sepulcral que invade la sala, desde donde cuenta su historia.

Y es que a pesar de que el coronavirus es invisible, parece estar en todas partes. Si bien es necesario un contacto estrecho para su contagio, se ha esparcido por el mundo más rápido que ninguna otra pandemia en la historia, causando un descalabro económico inimaginable y más de 48 mil muertos en el país y casi 80 mil casos.

La vida después del covid

Para algunos, con el paso del tiempo todo volverá a la normalidad, mientras que para otros, nada será como antes. Para Adriana, la enfermedad cambió por completo su estilo de vida, "el uso de gel antibacterial, de cubrebocas y sobre todo el lavado constante de manos es una práctica que se quedará por muchos años entre nosotros, al menos para quienes ya pasamos por esto".

Hoy, el alejamiento físico es paliado por el acercamiento digital, que se encriptó en nuestras vidas.

Adriana forma parte de los más de 10 millones 500 mil personas que se han recuperado, a nivel mundial, de coronavirus, de acuerdo con cifras proporcionadas por la Organización Mundial de la Salud, misma que advirtió que quizá "nunca haya una solución" contra la pandemia, que también ha dejado más de 700 mil muertos en el mundo.

En América Latina y el Caribe ya se superaron los 5 millones de contagios, siendo Perú uno de los países más afectados de la región y que actualmente sufre un rebrote.

En tanto, y de acuerdo con la últimas estadísticas, México registra más de 49 mil 600 fallecidos por la pandemia, mientras la cifra de casos positivos aumentaron a más de 456 mil y se tiene casi 86 mil casos sospechosos del virus.


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