El Popo amaneció tranquilo. Los pobladores de pueblos aledaños trabajan de manera normal. El volcán lanza algunas pequeñas exhalaciones de vapor de agua y gases. Aquí más bien parece que los más inquietos son los perros callejeros, que se mueven en busca de alimento.
El director de Protección Civil de Puebla capital, Gustavo Ariza Salvatori, asegura que el Popo amanece con baja “actividad visual e instrumental”; sin embargo, advierte, esto no significa que se pueda bajar la guardia.
En las faldas del volcán, mientras tanto, se producen algunos incendios forestales. Los vecinos dicen que son provocados por el material incandescente.
Por lo pronto siembran maíz sobre tierra arenosa.
El labriego Juan Carlos Agustín dice que don Goyo amaneció tranquilo.
-¿No tienen miedo?
-No, ya estamos acostumbrados al Popo - dice, mientras observa al tractor que barbecha la tierra en el ejido de esta comunidad, perteneciente al municipio de San Nicolás de los Ranchos.
ARP