Rosario Norzagaray, coordinadora de la asociación internacional Costa Salvaje, comentó que la crisis de abastecimiento de agua en Tijuana se debe principalmente a la basura que tira la población la cual termina por colapsar el sistema pluvial y de drenaje, además de contaminar el Océano Pacífico.
Un ejemplo visible, dijo, es la retención de toneladas de sólidos que se logra con una malla de acero en el Cañón Laurel, vigilado desde hace dos años por esa organización.
"Pero el resto de los desechos terminan en el Estuario del Río Tijuana, cuyas aguas contaminadas desembocan en Imperial Beach, California y Estados Unidos, expuso."
Otra muestra del problema es el reciente cierre de la playa en Tijuana, aunque es por aguas residuales y evidencia la crisis de una infraestructura para su tratamiento, también se debe a la basura que colecta con la lluvia a su paso.
“La lluvia delata, donde debería verse una coladera se ve una fuente, donde debe existir un arroyo o un canal pluvial corre agua negra”, describió.
La activista sostuvo que eso genera la falta de agua en las presas locales, pues no existe un reabastecimiento a los mantos acuíferos.
"Y los gobiernos sólo buscan llevar el agua tratada o no tratada al mar, en lugar de ser reusada", declaró Norzagaray.
Rosario Norzagaray mencionó que hoy en día Tijuana depende de lo que provee Estados Unidos a través del Río Colorado, el cual también está en crisis.
“Ese Río Colorado está en crisis, tan en crisis que hay una negociación binacional de qué porcentaje nos rebajamos de agua para que alcance para todos”, refirió la representantes de Wild Coast.
En los años 90, recordó, el abasto de agua para Tijuana era suficiente con la presa Abelardo L. Rodríguez, a mediados de 2010 se requirió usar el líquido de la presa El Carrizo.
VRM