A tres años de la tragedia del Colegio Americano del Noreste en Monterrey, la atención emocional para los menores es una prioridad para el gobierno de Nuevo León y padres de familia, aunque ambas partes chocaron respecto al número de especialistas que hay en los centros escolares.
Ayer se cumplió esa tiempo en que un estudiante disparó contra una maestra, tres compañeros y luego se quitó la vida.
El secretario de Gobierno, Manuel González, aseguró que en todos los planteles cuentan con psicólogos, trabajadores sociales, profesores y especialistas que tratan la salud mental de sus alumnos, aunque desconoce la matrícula: “Sí hay un grupo muy grande de gente atendiendo. No tengo el número exacto de eso”.
Mientras que el secretario de Salud estatal, Manuel de la O, reconoció que no hay psicólogos suficientes para cada escuela.
En un recorrido se constató que los especialistas no operan en todos los centros escolares. La Asociación de Padres de Familia propuso que todas las escuelas tengan un psicólogo. A través de un mensaje difundido en redes sociales, su presidenta Adriana Dávila Benavides señaló la urgencia de contar con esta medida, pues gran parte de los colegios carecen de está atención.
La secretaría de Educación de Nuevo León afirmó que funcionan los protocolos en caso de alerta emocional para los menores, que están encabezados por instituciones especializadas en temas de salud mental.
La directora de Ciudadanos en Apoyo a los Derechos Humanos AC, Consuelo Morales, comentó que el peligro para los menores “no está en su mochila, sino en el entorno donde se desenvuelven. La mayoría de la violencia que sufren los niños está en el hogar, desde el castigo corporal hasta llegar al homicidio”.
“Una de las cosas que estamos viendo es que el peligro no está en la mochila, sino en el entorno, la mayoría de la violencia que sufren los niños está en el hogar, desde el castigo corporal hasta llegar al homicidio”, opinó.
La hermana Consuelo consideró que hechos como los ocurridos en el Colegio Americano, hace tres años en Monterrey, y el del Colegio Cervantes, en Torreón, el 10 de enero pasado, son el reflejo del abandono en que se tiene a los niños y adolescentes en México.
En Torreón, Coahuila, José Ángel “N”, abuelo paterno del pequeño del Colegio Cervantes, será presentado para la audiencia del caso. El indiciado enfrenta el proceso legal debido a que las armas que el pequeño de 11 años utilizó, una pistola 40 milímetros y una 20, presuntamente son de su propiedad.
EL PERFIL
Gerardo Cantú Garza
Líder del equipo de apoyo en Torreón
Es el especialista psiquiátrico que ha atendido a los menores en las crisis más graves por arma de fuego en escuelas México.
Egresado de la UANL, afirma que las secuelas en testigos presenciales duran hasta dos semanas y provocan estado de alerta y otras alteraciones. También encabeza el trabajo psiquiátrico en el Colegio Cervantes de Torreón.
“Las personas estaban muy afectadas, ya que hay un canal (en el cerebro) y líneas en las neuronas que los ponen en alerta y provocan que los alumnos teman a dormir solos, ir al baño o alguna presencia de un artefacto no reconocido”, precisó.
Con información de: Kevin Recio, César Cubero, Adín Castillo y Carolina León.