Desde hace más de un año, familias completas de diferentes municipios de Guanajuato, han migrado a Estados Unidos, huyendo de la inseguridad en el estado.
Si bien, este tema no ha sido público o muy viralizado, pero los propios migrantes reconocen que hay un “desplazamiento forzoso y silencioso”.
Juan Manuel Ramírez Luna, migrante guanajuatense, comentó que las familias que venden todos sus bienes para poder rehacer su vida en Estados Unidos. Algunas lo logran, otras no.
“Yo creo que el desplazamiento lo hay, quizás un poco de manera menos significativa, pero, las familias están obligadas a hacerlo por el sostén económico del estado y del país, (…) claro que influye el tema de seguridad, de hecho, es uno de los motivos, de los principales motivos por lo cual, las familias buscan ese asilo político”, dijo.
“Si no vamos más allá, en mi comunidad migraron, sin irnos tan lejos, vamos a irnos a números reales, de mi comunidad migraron como siete familias completas, de esas siete ya regresaron dos, por el desconocimiento legal de cómo debe ser el tema de asilo político para las familias”.
Angélica, es originaria de Pénjamo. Dejaron su casa y vendieron sus bienes a finales del 2023, se fue acompañada de su hijo y su esposo.
Contó para MILENIO que tenían una panadería que, si bien no les daba lujos, pero podían vivir al día. Un día, recibieron varias llamadas en su negocio, en las que les exigían el “pago de piso”, lo cual les atemorizó y por miedo, decidieron irse de Guanajuato.
“Nosotros les dijimos que éramos comerciantes en Guanajuato, que nosotros teníamos, realmente ya no era rentable nuestro negocio y más a parte, querían que se pagara piso, el cobro de piso que comenzaba, pues eso era lo que nos hizo tomar la decisión de podernos venir, teníamos miedo de que hubiese una represalia en contra de nuestra familia, aunque tenemos por la que se quedó en Guanajuato”.
Angélica, reconoció que el salir de su hogar, representó un riesgo para ella, su esposo y su hijo menor de nueve años.
“Ese transcurso fue lo más feo porque haz de cuenta que estaban hombres empistolados, bajaban a las otras personas que iban en otras camionetas y las tenían ahí paradas como contándolas, (…) O luego mi hijo que tuvo que ver cómo se estaban drogando ahí, enfrente de, como que los mismos que nos llevan, para aguantar, no sé, se estaban drogando, cada parada, era una línea que se echaban y todo eso lo tenían que ver los niños”.
Detalló cómo fue el camino de al menos 2 días, para poder llegar al muro y ser detenidos por agentes de migración, a quienes les pedirán el asilo político.
“Nos dejaron ahí, y nos dijeron: 'pónganse debajo de este árbol porque están los helicópteros y los vayan a ver', entonces nos pusimos debajo del árbol y 'no pueden sacar el celular porque la luz puede llamar la atención de los helicópteros' y cualquier cosa".
"Nosotros ahí parados un buen rato sin movernos ni nada y esperando que llegara alguien porque se escuchaban muchos animales y todo, se sentía que estabas en el desierto porque había mucho alacrán y ya después, nos dieron la clave, nos dijeron: 'cuando llegue la camioneta les van a dar esta clave, si no les dicen esa clave, no se suban porque no es quien debe llevarlos'”, contó.
“Dieron como las 6:00 horas y nos dijeron 'levántense porque nos vamos' y nos suben a otra camioneta, yo creo que no duró ni 5 minutos cuando nos llevó al muro y ahí nos dejan, y pues 'ustedes, ya camínenle todo ahí, todo ahí, todo ahí, ahí los va a ver el guardia y cuando los vea el guardia, él le va a hablar a migración y pues, que Dios los acompañe y bendiga porque ya aquí se termina nuestro trabajo'”.
Angélica y su familia, ya están en Estados Unidos, pero aún esperan su última audiencia para que las autoridades americanas, les permitan permanecer allá y rehacer su vida.
MO