Tres días después del 26 aniversario luctuoso de la masacre de 17 campesinos por policías estatales en la comunidad de Aguas Blancas, Coyuca de Benítez, Guerrero, el Ejército Popular Revolucionario (EPR) calificó al gobierno de Andrés Manuel López Obrador “igual que sus antecesores”.
Asimismo, lo acusan de mantener la impunidad de esa y otras matanzas cometidas en la historia reciente de México e involucrar en la administración a personajes que han participado en la lucha contrainsurgente.
La fecha es relevante para el EPR, pues cumple 26 años de su presentación pública, pues en 1996 un grupo de milicianos irrumpieron en el evento conmemorativo que se llevaba a cabo, evento al que asistió, el tres veces candidato presidencial, Cuauhtémoc Cárdenas.
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“Aguas Blancas vive en la memoria del pueblo organizado; no se puede olvidar semejante crimen de estado, tampoco perdonar; a Aguas Blancas se le suman innumerables casos de naturaleza contrainsurgente".
La organización armada señaló que"los hombres del régimen de antaño que organizaron y ejecutaron la contrainsurgencia hoy gozan de impunidad y continúan en las estructuras del estado con las mismas labores, arropados con careta de hombres intachables que ahora son los promotores de la 4Transformación”.
Lo anterior se mencionó al recordar que el 28 de junio de 1995 otros 21 campesinos también resultaron heridos cuando se desplazaban de la comunidad de Tepettixtla, Coyuca de Benítez al municipio de Atoyac de Álvarez, para exigir la presentación con vida del dirigente de la OCSS, Gilberto Romero Vázquez, desaparecido desde mayo de aquel año, así como para pedir fertilizante.
En el documento firmado por el Comité Central del EPR y el Comité Central del Partido Democrático Popular Revolucionario (PDPR) se hace un recuento de masacres y represiones a movimientos sociales ocurridos en el país, desde el 2 de octubre de 1968, pasando por el halconazo del 10 de julio de 1971; Acteal, Chiapas, en 2997; el Charco, Guerrero en 1998; Atenco, Estado de México, en 2006; Lázaro Cárdenas Michoacán, en 2006, entre muchas otras.
“Se diga lo que se diga, el presente gobierno al igual que sus antecesores se encuentra manchado de sangre del pueblo organizado, por un lado, le da continuidad a la impunidad con el silencio y la omisión, por otro producto de su política de crímenes", señala.DA