En Gómez Palacio, logran reabrir preescolar con el apoyo de padres de familia

En dos ocasiones la escuela Francisco Sarabia del ejido Vicente Nava fue afectada con el robo del cableado eléctrico y la bomba del agua.

Jardín de niños Francisco Sarabia del ejido Vicente Nava de Gómez Palacio. (Rolando Riestra)
Isis Rábago
Gómez Palacio, Durango. /

Con apoyo de padres de familia, el jardín de niños Francisco Sarabia del ejido Vicente Nava de Gómez Palacio logró abrir sus puertas para las clases presenciales, luego de que en dos ocasiones fue afectado con el robo del cableado eléctrico y la bomba del agua.

En junio pasado, se percataron por primera vez que las instalaciones habían sido saqueadas y con el dinero de inscripciones, lograron pagar nuevamente el cableado, pero para agosto, al arranque del ciclo escolar 2021-2022, nuevamente había sido sustraído el cableado eléctrico.

Jessica Bañuelos, directora comisionada del Jardín de Niños, mencionó que debido a estas circunstancias, el regreso a las aulas de los alumnos que acuden a esta institución educativa, se retrasó una semana y en lugar de empezar actividades el 30 de agosto pasado conforme lo indica el calendario escolar de la Secretaría de Educación Pública (SEP), fue hasta el lunes 6 de septiembre cuando empezaron a recibir a los niños, esto una vez que lograron contar con los servicios principales que indica el protocolo de reactivación en las escuelas.

La inversión total para la reposición de las instalaciones hurtadas fue de aproximadamente 5 mil pesos, cantidad que se logró reunir por el pago de inscripciones, así como también por la cooperación extra de los padres de familia.

En el preescolar Francisco Sarabia, acuden 23 alumnos, y cuenta con dos maestros que imparten segundo y tercero grado.

Actualmente el horario de clases es de 9:00 a las 12:00 horas, y conforme lo indica el protocolo sanitario, durante el lapso en que permanecen los niños al interior del edifico, el lavado de manos se realiza aproximadamente entre tres a cuatro ocasiones, además los alumnos no salen a clases y no se permite la ingesta de alimentos en el salón, así como también se está en constante vigilancia sobre el uso del cubrebocas.

Hasta el momento, lo más difícil que han enfrentado en el retorno a las actividades presenciales, en este nivel de educación, es que los niños cumplan con portar el cubrebocas, “afortunadamente sí tenemos mucha respuesta por parte de los padres para cualquier cosa que necesites, si cooperan y si están al pendiente de los niños”.

Con la finalidad de evitar más robos, la comunidad también se vió obligada a implementar otras medidas, como soldar todos los registros así como el lugar donde está la bomba del agua e instalar la tubería de PVC.

Aunque sí han solicitado mayor vigilancia, Jessica Bañuelos agregó que si bien se observan algunas patrullas recorrer el área, los padres de familia señalan que faltan más rondines, debido a que el jardín de niños se ubica en las orillas del ejido, en un sector despoblado por lo cual es más susceptible a robos.

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