El futbol curó las heridas. O, al menos, las dejó en un olvido momentáneo.
Con balón en mano, los jóvenes que caminan en la caravana de migrantes decidieron dejar el descanso para otro día y armar la cáscara. Quedó atrás el dolor de pies, la insolación y la distancia de casa; hoy fueron goleadores, porteros y defensas. Dejaron todo en la cancha durante el partido, que tuvo director técnico y narrador.
“Toca la pelota. Toca, toca, toca. Eres malo, perro, eres malo. Al equipo malo nadie lo puede sacar, juegan al contragolpe y así les ganan, perros”, gritaba eufórico otro joven que nunca intentó siquiera entrar a la cancha.
Ellos se fueron de su país porque en sus casas no hubo para pagar la escuela y la mayoría no encontró trabajo. Los que tenían, apenas les alcanzaba para comer.
“Uno se distrae, relaja la mente para pasar el tiempo, aunque perdimos”, platica Wilson Guillén.
La pelota rodó desde las 10 de la mañana, pasadas las 3 de la tarde terminaron el juego. Rendidos físicamente, pero con la mente fresca y puesta en la frontera de EU.
Mientras la pasión se desbordaba en la cancha, familias aprovecharon para disfrutar del río que pasa por el municipio de Pijijiapan.
Hoy fue un día diferente. Como pocos habrá en el recorrido. Igual a un fin de semana o días de vacaciones, se bañaron, nadaron, jugaron en el agua y hubo hasta quien aprovechó para revivir el amor.
“Es muy fresca, está fría el agua, bien rica con este calor, está bien el baño”, explicó Jefrey López.
Ayer, la caravana de migrantes cumplió cinco días por territorio mexicano. Suman más de 180 kilómetros de los más de 2 mil para llegar a la frontera. Hoy parten al municipio de Arriaga, frontera con Oaxaca. Este será el recorrido más largo hasta el momento, con 105 kilómetros de distancia por delante.
En Pijijiapan fueron recibidos por autoridades con comida, servicios médicos y albergues para mujeres y niños. Mientras la caravana estuvo en el pueblo se decretó ley seca.
Aun con el apoyo de vecinos e iglesias, la caravana los superó y muchos terminaron durmiendo en la plaza principal del pueblo.
Los migrantes hondureños cruzaron a México el sábado pasado por el río Suchiate de Ciudad Hidalgo. Pasaron por los municipios de Tapachula, Huixtla, Mapastepec y Pijijiapan. En Arriaga decidirán si viajan en tren o caminan al municipio oaxaqueño de Ixtepec.
Hondureños arman ‘cascarita’ y chapuzón...
Crónica
Antes de seguir su camino a EU, los migrantes pararon para tomar fuerzas.
Pijijiapan /
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