La reconstrucción de una sala con piezas prehispánicas al interior de la Casa de la Cultura de Juchitán, Oaxaca, tomó siete años de trabajo para convertirse en el primer museo de arte prehispánico en el Istmo de Tehuantepec.
Este espacio alberga una colección que supera las dos mil piezas, destacando por su relevancia cultural y arqueológica.
Michel Pineda, responsable de la Casa de la Cultura, explicó a MILENIO que este museo es único en la región.
“Es una sala de arte prehispánico, un museo. Tenemos piezas importantes tanto de la región zapoteca como del Valle de Oaxaca, El Bajío, Colima, Guerrero, Teotihuacán y, sobre todo, piezas olmecas”, señaló.
Para clasificar y organizar cada una de las piezas, se conformó un equipo de 20 especialistas con el apoyo del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH). Este grupo trabajó durante más de cuatro años en el proceso de catalogación, documentación y conservación de las piezas.
“Se catalogaron estas piezas, se investigaron y también se generó un catálogo. Esta colección es importante no solo por las piezas de la región, sino porque incluye elementos de Colima y Teotihuacán, entre ellos un hacha ceremonial única, de la cual solo existen cinco ejemplares en el mundo”, destacó Pineda.
El museo se presenta como un espacio donde los habitantes de los 42 municipios del Istmo de Tehuantepec pueden apreciar la riqueza y grandeza de la cultura zapoteca a través de las piezas exhibidas.
“Este lugar es sumamente importante para nosotros, porque aquí entendemos y comprendemos cómo nuestros ancestros colaboraban y subsistían”, concluyó Pineda, resaltando la relevancia histórica y cultural de este nuevo recinto.
MO