Verónica López Hernández, médico urgenciólogo y madre de familia de La Laguna, ha tenido que sacrificar el tiempo con sus hijos para desarrollar su profesión en el sector salud, lo cual para ella ha sido muy complicado.
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Orgullosa y enamorada de su profesión, manifiesta que el logro más importante de su vida, ha sido ser madre.
“Ser mamá médico, en especial, de pronto de trae tristezas porque tiene que dejar horas a tus hijos, guarderías sino con una nana, los has dejado en situaciones importantes, pero tienen que hacerlo porque también tienes que darles manutención”.
Navidades, Día de la madres, cumpleaños, señala, no ha podido estar con ellos por su trabajo, lo que ha sido muy complicado.
Una labor de todo el año
“Ya perdí la cuenta de cuántos festivales del colegio de mis hijos me he perdido por estar trabajando, son profesiones como el ser mamá muy difíciles de llevar, pero no pueden dejar a un lado ninguna de las dos”.
Durante los años que lleva dedicada a su profesión y a ser madre es un sacrificio, pues luego de llegar de su trabajo, el tiempo es para sus hijos.
“Vienes cansada de trabajar y sabes que tienen que convivir con tus hijos, aunque estés cansada ya llegará la noche y te tocará dormir pero mientras en el día tienen que hacer a un lado en cansancio para estar en los momentos más importantes de tus hijos”.
Madre de dos adolescentes, manifiesta que debido a que no hay una fecha para que la pandemia termine, sus hijos no se encuentran con ella, pues ante el riesgo de un contagio, tomó la determinación de separarse físicamente de ellos.
Lucha contra el covid-19
Actualmente es quien se encuentra en la atención directa de pacientes sospechosos de covid-19 en la clínica 16 del Seguro Social en Torreón, lo que hace aún más complicado estar con sus hijos, ante el riesgo que representa estar cerca de ellos luego de llegar de una jornada de trabajo a casa.
“En época de pandemia ya no sabes en qué momento te puedes contagiar o no, a pesar de que cumples con tus requisitos de protección personal y justo ahora en este momento, mis hijos no están en casa".
El estar de manera constante en contacto con pacientes contagiados de covid-19 o sospechosos, no sólo representa para los médicos el riesgo para su familia, sino también tristeza, al no poder llegar y abrazarlos como quisiera.
“Es muy triste, como mamá ando con el sentimiento porque no he visto a mis hijos, solo con llamadas telefónicas y esto es incierto y como no hay una fecha para que esto termine, por lo pronto mis hijos no están aquí”.
El amor a su profesión y a sus hijos, es quien la mantiene a seguir adelante en esta contingencia a pesar del riesgo que representa, pues este 10 de mayo, no estará con sus hijos.
“Acababa de ver un paciente sospechoso, llegue a casa y mi hija me abrió la puerta y me quiso abrazar y le dije que no, que me esperara a cambiarme y ella lloro, son las cosas como mamá que te parten el corazón”, finalizó.
RCM