La pandemia no le “robó” la devoción a María del Carmen; da reliquia desde hace 40 años

María tiene su casa en la colonia Francisco Sarabia, y a sus más de 80 años, asegura que este año "el ambiente se siente muy triste".

María del Carmen Sifuentes Guerrero llevar a cabo la tradicional reliquia para San Judas Tadeo en Lerdo. (Rolando Riestra)
Isis Rábago
Lerdo, Durango /

La pandemia por el nuevo coronavrius no le impidió a María del Carmen Sifuentes Guerrero llevar a cabo la tradicional reliquia para San Judas Tadeo, que ha realizado por más de 40 años.

Aunque no fue como en años anteriores, como de costumbre, un sábado antes del 28 de octubre, día que le dedica la iglesia católica al Santo de las causas perdidas, se levantó temprano y de apoco fueron llegando a su vivienda en la colonia Francisco Sarabia, a unos metros de la parroquia dedicada a San Judas Tadeo, sus hermanas, su hija mayor y sus nietos quienes le ayudan en la preparación de las tradicionales sopas y el asado rojo.

María del Carmen tiene más de 80 años y una fe inquebrantable pese a los acontecimientos dolorosos que ha tenido que pasar este año, como el fallecimiento de una de sus hijas, a quien también la recuerda con gran cariño este día, ya que se sumaba en la realización de la reliquia.

Debido a la contingencia sanitaria este año ante las restricciones emitidas por el gobierno municipal para evitar aglutinamiento, la señora Sifuentes tuvo que reducir la cantidad de carne y de sopas que regularmente preparaba.

De cien kilos que anteriormente destinaba para el asado, ahora solamente fue la cuarta parte, sin embargo, a todas las personas que acudieron y que tomaron las precauciones necesarias alcanzaron su plato.

Para la repartición de reliquia se condicionó el cubrebocas, y lamentablemente tuvo que suspender la participación de la danza matlachina.

Debido a que su casa se ubica cercana a la parroquia de San Judas Tadeo, señala que en años anteriores, en estas fechas ya se observaba mucha actividad y un ambiente de fiesta, pero ahora las calles aledañas se ven desoladas, “el ambiente se siente muy triste", dijo.

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