El estado de Coahuila cuenta con un histórico de 115 mil testamentos, a decir de las cifras del Registro Nacional de Avisos de Testamentos.
El reporte indica que en el último año se tramitaron 6 mil 800 documentos y en lo que va del 2020 suman 3 mil 300, en los días de este mes en que se realizan acciones para reforzar su expedición suman más de 200.
¿Cuál es su importancia y en qué consiste?
La Secretaría de Gobernación establece que al hacer un testamento se ordenan documentos, los cuales permiten heredar no nada más bienes, sino también tranquilidad a los seres queridos.
Lo anterior debido a que evita gastos mayores, pérdida de tiempo y problemas familiares. La existencia de esta declaración impide pasar por un juicio intestamentario costoso, tedioso y largo.
Según información de la propia dependencia federal, la edad en que se puede hacer su solicitud oscila entre los 14 y 18 años. En Coahuila es a los 14 años y se requieren tres testigos para su elaboración. Aunado a eso, el costo en esta entidad está en la media con mil 600 pesos.
Los testamentos ordinarios se clasifican en público abierto, es decir, el otorgado ante notario, quien lo redacta y da fe, anotándolo como una escritura.
En el caso del público cerrado es escrito y rubricado en cada hoja por el testador u otra persona a su petición.
“El sobre que lo contenga deberá estar cerrado y firmado en su cubierta por el testador, los testigos y el notario, quien además pondrá su sello para darle validez”.
El ológrafo es escrito, fechado y firmado por puño y letra del testador, además de que debe ser depositado en el archivo de notarías para su validez. En el caso del simplificado se hace en la misma escritura de adquisición o regularización de un inmueble destinado a la vivienda, ahí el propietario establece a los herederos de la propiedad.
Cabe destacar que durante el mes de septiembre existe una campaña nacional en que los costos del testamento disminuyen hasta un 50 por ciento, además de que hasta que termine este año está estipulado que su trámite es gratuito para médicos, Enfermeras, Personal de limpieza y Administrativos de Hospitales.
Tipos de juicios
Según información proporcionada por el Tribunal Superior de Justicia de Coahuila, existen dos tipos de juicios sucesorios: los testamentarios e intestamentarios.
El Artículo 770 del Código Civil de Coahuila establece que el testamento es un negocio jurídico unilateral, personalísimo, revocable y libre, por el cual una persona capaz para ello, dispone de sus bienes y derechos y declara o cumple deberes para después de su muerte.
En cuanto al juicio sucesorio intestamentario la ley dice que se abre la sucesión intestada cuando una persona sujeto de patrimonio, ha dejado de existir sin haber expresado previamente su última voluntad en cuanto a sus bienes: su personalidad jurídica desaparece y entonces otra persona es llamada por la ley a ocupar su puesto para continuar las relaciones patrimoniales del difunto.
Entre las causas que motivan ese procedimiento, a decir del artículo 1040, está cuando no hay testamento, cuando el testamento otorgado es nulo o perdió su validez, cuando el testador no dispuso de todos sus bienes, cuando no se cumpla la condición impuesta al heredero, además de que cuando el heredero muere antes que el testador, repudia la herencia o es incapaz de heredar, si no se ha nombrado un sustituto ni hay quien tenga derecho de acrecer.
El Tribunal destaca también que hacer testamento es un procedimiento sencillo y económico que permite decidir sobre el destino de los bienes, y saber que se cumplirá cuando la persona ya no esté.
“Es la mejor manera de ordenar los deseos, ya que se hace constar de forma legal la voluntad, facilitando la transmisión de los bienes y evitando problemas a familiares y allegados”.
En ese sentido, a través de la redacción del testamento, el testador puede administrar sus bienes y propiedades como estime. Puede dejar su patrimonio a su cónyuge o puede dedicar cantidades diferentes a sus hijos dependiendo de la situación económica y social de cada uno.
“Se simplifica el proceso de la herencia. Al hacer testamento, el proceso de repartir la herencia se simplifica notablemente porque todo se ha de distribuir según la última voluntad del difunto. Cuando no existe testamento los herederos deben lograr acuerdos ante el juez, o bien, quedar a lo que se decida conforme a la ley”.
También establece que redactarlo es sencillo, “simplemente basta con acudir a un notario y manifestarle sus deseos. Tras ello, el fedatario procederá a su redacción, aunque puede que necesite algún documento oficial para constatar la posesión de las propiedades. Pero no tiene mayor complicación”.
EGO